Almorzando ayer con los colegas
del portal “Minuto Digital” en Santander, bella tierruca,
intentando perfilar por ambas partes la nueva sección
“Observatorio del Maghreb” que, precisamente, ha visto la
luz estos días y cuya responsabilidad me incumbe, no dejamos
de pasar la oportunidad para intercambiar informaciones y
puntos de vista sobre la actualidad destacando, como no
podía ser menos, las apasionantes relaciones
Hispano-Marroquíes y la situación de la comunidad musulmana
(emigrada y nacional) en España, así como diferentes
interpretaciones sobre su gestión pues, en último término,
ese sería uno de los puntos de toque: la administración de
una realidad. Había ciertas caras de sorpresa al mostrar por
mi parte toda una riqueza de matices que deberían hacerse
llegar al lector: árabe no es igual a maghrebí, realidad
amazigh obliga, sunnismo no es lo mismo que shiísmo y,
dentro de la CIE (Comunidad Islámica de España), una cosa es
FEERI y otra UCIDE, así como la “Junta Islámica” del ala
conversa, por no hablar de los “Hermanos Musulmanes” así
como, naturalmente, del “Tabligh” y de sus movimientos en
nuestro país.
Venía todo muy a pelo porque, si el amable lector ya sabe
del “1º Congreso Islámico de Melilla” que se inaugura el
próximo jueves en la Ciudad Hermana, quizás no le ha llegado
la correcta información sobre el montaje de estos días en
Ceuta, la parodia islámica montada en tierra caballa por el
“Papa Clemente” de la secta esa del Tabligh, el extremista
Laarbi Maateis que tan buena prensa tiene en manos de
algunas plumas de los dos diarios que se editan (no que se
imprimen) en Ceuta. Pese a la propaganda goebbeliana de este
oscuro y radical personaje, el “congreso” (tendrá morro este
maula) y el hospitalario hospedaje no fue ningún encuentro
de respetables ulemas, sino una de las famosas reuniones de
los corsarios “tabligh” al amparo de la bandera española en
Ceuta; de Marruecos, por ejemplo, estoy en condiciones de
asegurar (ah jai, chof Laarbi, ¿no es verdad lo que digo?)
que no participó ningún representante de los Consejos de
Ulemas aunque sí, naturalmente, estaban los “hermanitos” de
Alcazarquivir llevados de la manica por Bachir y su banda.
Rabat tendría que meter el palo y revolver en ese agujero,
mientras desde España se hacía lo mismo en Ceuta y el Campo
de Gibraltar. Desde la misma Roca los ingleses no han dejado
de enviar advertencias sobre los manejos y la potencial
peligrosidad de este grupo.
Volviendo a Melilla, hoy a primera hora de la mañana parte
desde Ceuta una numerosa caravana integrada por más de
veinte miembros de la comunidad musulmana de la ciudad,
entre los que se encuentran miembros de casi todas las
asociaciones (ah jai, chof, ¿tú no viajas Laarbi Maateis?),
“españolistas” y “promarroquíes” haciendo piña pero que, por
encima de todo, comparten una visión moderada del Islam y no
esos radicalismos de los que hacen gala (ah jai, chof,
¿acaso no es así?) Laarbi Maateis y sus secuaces emboscados
en el pietismo Tabligh, protegidos desde las altas
instancias de la mezquita madrileña de Estrecho en la que
campean, camuflados, otros extremistas: los “Hermanos
Musulmanes” con su vanguardista mentor, el “jay” Tatary.
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