Más agria la socialista que el presidente de la UDCE, los
portavoces de los dos grupos parlamentarios de la oposición
pintaron ayer un panorama de la realidad actual de la ciudad
autónoma muy distinto de la Ceuta “imaginaria y fantasiosa
en la que todo vale” donde situaron a Vivas, a su Gobierno y
a todo el Partido Popular tras fustigarles con los temas
habituales: Urbaser, barriadas, Manzana del Revellín,
despilfarro, enchufismo, escasa perspectiva y demás.
El que debería ser el debate más importante del año en la
Asamblea, el que debería servir para componer una foto fija
del estado actual de la ciudad, no arrojó ninguna gran
novedad ni en la forma ni en el fondo. Hace ya tiempo que
Ali dijo ‘no’ a la oferta del PP para entrar en su gobierno
y el líder de la oposición de ayer no tuvo, por tanto, nada
que ver con el del otro momento parlamentario cumbre del
año, el debate de presupuestos de hace 4 meses.
Así, la cosa salió como tenía que salir: tanto el líder de
UDCE-IU como su homóloga socialista, Inmaculada Ramírez,
cada uno a su estilo, tan diferentes, fustigaron al
presidente Vivas y a su gobierno con los látigos habituales:
despilfarro, enchufismo, prioridades erráticas, Manzana del
Revellín, deslealtad institucional, empecinamiento en
proyectos “faraónicos” como el del soterramiento,
oscurantismo en la gestion, escasa preocupacion por la
calidad democrática de la Asamblea, indefinición con la
reforma del Estatuto y otras hierbas.
En suma, ambos coincidieron en el primer Debate sobre el
Estado de la Ciudad de esta legislatura tras 24 meses de
ayuno [en 2007 no hubo por ser año electoral] en que Vivas y
su gobierno siguen “suspendiendo”, básicamente porque es un
equipo “incumplidor por antonomasia”, dijo Ali, y porque
“habla de una Ceuta imaginaria, una fantasía en la que todo
vale, que tiene poco que ver con la realidad”, apostilló
Ramírez.
La portavoz socialista fue la primera en intervenir, tal
como marca el Reglamento, tras la apertura del debate a
cargo del presidente de la Ciudad. Por primera vez en el
atril, Ramírez desenfundó los 45 folios que llevaba
preparados y sacó de quicio a la bancada Popular. “Ha
convertido usted la Ciudad en un régimen para colocar
allegados”, arrancó la socialista, que cargó contra el
“disparatado” número de asesores “nombrados a dedo” por el
Gobierno y trató de hacer herida subrayando la diferencia
“entre el modelo de ciudad del PP y el que defendemos los
socialistas”.
“Están haciendo una Ceuta adormecida en lo social; nula en
la autofinanciación económica, subvencionada, e incapaz de
llevar a cabo políticas de regeneración empresarial y
comercial”, lamentó, “y lo que es peor aún, autocomplaciente
en su errático rumbo”.
Por ese mismo camino, Ramírez criticó la escasa atención que
a su juicio concede el Ejecutivo de Vivas a las barriadas
(“gastan tanto en la Hípica como en la cuarta parte de la
población de Ceuta”, criticó) y se preguntó “cómo es posible
que con casi 250 millones de euros de presupuesto siga
habiendo chabolas en esta ciudad”.
Vivas, “Mr. Marshall”
Además, partiendo de los “desvaríos faraónicos, narcisitas y
megalómanos” que atribuyó al PP denunció que se está
poniendo “un yugo fiscal” sobre las economías domésticas
“que crece año tras año”, según quiso demostrar con varios
ejemplos. “Su Gobierno”, advirtió directamente al
presidente, “está castigando a los ciudadanos con impuestos
para hacer viajes innecesarios en nombre y a cargo de los
ceutíes, para poner estatuas de escaso significado y para
sembrar de flores las rotondas. Penosamente, nos recuerda a
‘Bienvenido Mister Marshall’”, ironizó.
Después, atacó el “aparato de propaganda, desinformación y
engaño masivo” que según su opinión financia la Ciudad
Autónoma anualmente y trató de ridiculizar la oposición del
Ejecutivo ceutí a la reorganización militar, ganándose con
ello las iras de varios consejeros presas de una excitación
inusitada. Similar reacción halló cuando abordó dos clásicos
de la política local: la Manzana del Revellín y el contrato
con Urbaser, sobre los que acusó a la Ciudad de favorecer
los intereses privados.
“Hablar de Medio Ambiente es hacerlo de que nunca ha tenido
intención de trabajar en ese campo”, enlazó antes de llegar
al ámbito de la Política Social y la Educación, temas ambos
en los que criticó la inacción del Ejecutivo. “No es
comprensible como una ciudad con más de un tercio de su
población bajo el umbral de la pobreza sigue teniendo una
política social tan tibia y sigue pensando en construir
campos de golf y en asesores en lugar de en propiciar un
tejido económico y productivo de verdad”, concluyó la
portavoz socialista, que acusó a Vivas de “potenciar la
fractura social” y le criticó por no tener “valor,
convicción y altura moral para pensar más allá de las
próximas elecciones”.
Con el personal sublevado en sus escaños por las invectivas
de la socialista Mohamed Ali tomó el uso de la palabra para
rechazar la “lectura literal del Reglamento” que permite al
presidente responder en conjunto a PP, UDCE-IU y PSOE (“es
legal, pero se pierde interés y calidad democrática”) y para
criticar al Gobierno por “incumplidor”, “desleal”,
“encubridor” y manirroto.
“El suyo es un Ejecutivo incumplidor por antonomasia que es
todo menos leal con el Gobierno de España”, se arrancó Ali,
que directamente fue al grano: “Todo lo que rodea la Manzana
del Revellín es irregular: súmele usted el cómo se adjudicó
a dedo la parte pública de la obra”, dijo el portavoz, que
recordó a Vivas que “no todo el mundo piensa que el traslado
del Mercado allí es la mejor opción” y restó preocupación al
asunto financiero: “Las arcas ya están mermadas: todas las
empresas menos Acemsa están endeudadas”, subrayó.
“Usted presentó el proyecto del soterramiento como una
cortina de humo para tapar la indignación social frente al
traslado del Mercado”, quiso dejar claro el líder de la UDCE
antes de advertir a Vivas de que “no debería excusarse en
‘circunstancias sobrevenidas’ que se conocían desde hace un
siglo como que el solar es del Estado: usted no hará ese
proyecto porque sería el crack para la Ciudad”.
Versiones “sesgadas”
El argumento sirvió a Ali para hilvanar el siguiente
argumento bajo el mismo término: “Sesgador”. “Han sesgado la
realidad para hablar del Mercado, de la Manzana y hasta de
la realidad de Ceuta. ¿Sabe usted lo que es el análisis DAFO
[Debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades]?”,
preguntó a Vivas, que negó con la cabeza. “Pues es”, siguió
adelante, “un informe elaborado por Procesa e incluido en el
avance del PGOU donde se dice que la ciudad tiene un tejido
productivo escasamente diversificado, escasa implantación de
las TIC en las empresas... ¿cómo puede venir aquí y decir
que todo está bien?”, inquirió.
Duro fue también Ali con la respuesta de la Ciudad al
fracaso escolar o al desempleo (“no eludan su
responsabilidad amparándose en la falta de competencias”,
exigió) y con su planteamiento urbanístico: “No engañen a la
ciudadanía con mil proyectos porque el suelo urbanizable es
de Defensa y para disponer de él hay que firmar convenios,
no elucubrar”.
Además, el presidente de la UDCE arremetió contra el PP por
“no haber sido capaz” de aprobar aún la Relación de Puestos
de Trabajo (RPT) municipal y mantener así “el desaguisado”
funcionarial de la casa; por “no defender” los intereses de
las empresas ceutíes en el concurso de adjudicación de las
licencias de Televisión Digital Terrestre (TDT); por haber
dejado el Estatuto “aparcado y en abstracto aún pese al
feeling que dice tener con el PSOE al respecto” y por no
cumplir “infinidad” de mociones aprobadas por la Cámara los
últimos años. El Príncipe fue, así, el último eslabón de su
discurso: “Somos el partido más respaldado en la zona, donde
estamos absolutamente seguros de que este año no veremos ni
la nueva rotonda de Claudio Vázquez ni la pista de
atletismo, y lo denunciaremos”, adelantó.
|