Enric Sala es miembro del Centro Superior de
Investigaciones Científicas (CSIC) y ha sido elegido por el
World Economic Forum como uno de los 250 jóvenes más
influyentes del mundo. El investigador ha asegurado que el
hombre está siguiendo un camino con el que el mar
Mediterráneo se convertirá en una sopa de medusas y
bacterias en un futuro. También realizó un estudio en el que
prevenía que algunas especies sobreexplotadas por la pesca
colapsarán en 2050. Aún así es optimista con el futuro y
afirma que en el mar no se han extinguido tantos especies
como en la tierra.
Pregunta.- Usted ha dicho que el mar Mediterráneo va
camino de ser una sopa de bacterias y medusas. ¿Qué es lo
que estamos haciendo para que sea así?
Respuesta.- El problema es que estamos sacando del mar todo
lo que nos gusta y estamos echando todo lo que no queremos.
Vamos a pasar de un mar de aguas limpias y peces grandes a
un mar con peces mucho más pequeños. Existen ya en algunos
lugares unas concentraciones de microbios muy importantes
como en el norte del Adriático por ejemplo, que es un mar
muy cerrado y donde llega una gran cantidad de fertilizantes
por los ríos. Allí se está creando esa sopa de la que hablo.
P.- ¿El fenómeno que aparece ahora en los veranos en las
ciudades mediterráneas como Ceuta son un precente de este
futuro o se puede achacar a las ciclos normales de las
poblaciones de las medusas?
R.- Las medusas tienen sus ritmos pero lo que nunca se había
visto antes es que se volvieran cada vez más abundantes y
las mareas de medusas se volvieran más frecuentes en todo el
mundo. Julio Verne ya dijo en 20.000 Leguas de viaje
submarino en boca del capitán Nemo: “Cuando los humanos
hayan eliminado a las ballenas y a los cachalotes lo único
que quedará serán medusas y calamares”. Efectivamente eso es
lo que está pasando, medusas y calamares son mucho más
abundantes que antes.
P.- Algunos estudiosos creen que no se conoce lo
suficiente sobre el ciclo reproductivo de las medusas como
para afirmar que el fenómeno actual se deba a la mano del
hombre.
R.- Hay muchas cosas que no sabemos pero este es uno de los
problemas de muchos científicos, siempre piden y les hace
falta más información. No lo sabemos todo pero conocemos lo
suficiente, que haya unas mareas de medusas mucho más
abundantes en todo el mundo y que algunas pesquerías no se
pueda trabajar por el número de medusas como en Japón, en
Irlanda o en el Mediterráneo significa que estamos hablando
de un efecto global. Hay muchas evidencias que sugieren que
la pesca, la contaminación, el cambio climático y la
destrucción del hábitat costero provocan unos efectos
catastróficos e imprevisibles para el medio marino.
P.- Dentro del Mediterráneo ¿en qué estado se encuentra
el mar de Alborán?
R.- Es una región peculiar porque tiene una gran influencia
del Atlántico y es muy diferente al resto del Mediterráneo.
Las últimas noticias las tuve hace quizás diez años y había
unos bosques de algas y unos corales rojos maravillosos pero
no había tanta pesca como antes.
P.-¿Cómo cree que afectará el cambio climático al mar
Mediterráneo?
R.- Ya esta afectado. Una manera directa es el aumento de la
temperatura del agua. La temperatura puede ser davastadora
para los animales que se alimentan filtrando el agua en la
costa como el coral rojo o las ostras. Recuerdo que por el
fenómeno del Niño el agua fue más caliente de lo habitual y
los corales se blanquearon y se murieron, el mismo efecto
puede pasar en el Mediterráneo.
P.- Usted ha participado en un estudio junto con
economistas y ecólogos donde decía que algunas especies
colapsarán antes de 2050 ¿nos encontramos en un punto de no
retorno?
R.- Para muchas especies ya nos encontramos en un punto de
no retorno como unas cuantas especies de tiburones del
Mediterráneo o el bacalao del Canadá, no hay suficientes
ejemplares para formar poblaciones viables. La buena noticia
es que en el mar no se han extinguido por ahora tantas
especies como en la tierra, por lo tanto hay muchas
esperanzas para que algunas especies se recuperen si
cambiamos nuestra forma de actuar y nuestras actividades en
el medio marino.
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