No entiendo y menos puedo aceptar,
que un cargo público, elegido por el pueblo, por el suyo, y
ejerciendo con plena legitimidad su cargo de alcalde sea
capaz de sacar los pies del tiesto y meterse en la vorágine
del sin sentido, como parece que se ha metido el alcalde de
Puerto Real.
El alcalde de esta hermosa localidad gaditana, según parece,
es de IU, y derecho tiene a pertenecer al partido que
quiera, siempre que sea un partido que no se salga de lo
admitido por la Constitución. IU, por derecho propio, es un
partido que para nada está al margen de la Constitución.
Esto que quede claro.
Desde esta perspectiva respeto al señor alcalde. Sin
embargo, en lo que no voy a poder respetarle es en cuanto,
parece, se manifiesta de una manera insultante, sobre el
Jefe del Estado, S.M. el Rey. Por ahí no podremos pasar.
Y para comenzar a que eso no sea el pan nuestro de cada
semana, cuando a un alcalde o concejal se le “caliente la
boca”, la Fiscalía de Cádiz ya ha abierto una investigación
para determinar si el alcalde de Puerto Real ha cometido un
delito de injurias a la Corona, cuya cabeza más visible es
don Juan Carlos I.
A mí me parece muy bien que uno, si quiere, pueda ser
republicano. Que lo sea. A mí me sigue pareciendo bien que
los republicanos consideren una fecha importante el 14 de
abril. Se respeta. Pero lo que ni me parece bien, ni
respeto, ni me parece de sentido común es que, amparándose
en esa fiesta se insulte e injurie al Jefe del Estado.
Es posible que al señor alcalde de Puerto Real le gustara
más otro sistema, y me parece lógico que así lo manifieste,
pero siempre por el camino de la corrección y lejos del
insulto.
Ya está bien eso de entrar en el seno del mundo progresista
por el camino del “macarrismo”. Uno, desde IU, donde son muy
pocos, cada vez menos, puede alabar sus ideales, rechazar
todos los demás, pero con respeto, porque de lo contrario
eso de progresistas se convierte en otra cosa, muy lejana a
la que ellos parecen propugnar.
Hablar de la “naturaleza corrupta” del Rey de España es, de
momento, un ultraje que ni desde la Justicia, ni desde el
resto de la sociedad se puede tolerar.
El alcalde de Puerto Real, bien puede abordar y solucionar
los muchos problemas de su bonito pueblo, pero siempre por
el camino de la rectitud, una rectitud que no cuadra con sus
palabras, faltas de sentido, de corrección y de vergüenza.
Estas son algunas de las “joyas”: “el entorno empresarial
que frecuenta el Rey ha sido culpado y condenado a penas de
cárcel, y él tiene vínculos acreditados con ellos, por lo
que se deduce que el Rey es de naturaleza corrupta”.
Incomprensible, sin más.
Estas palabras, en boca de un cualquiera, serían, de
inmediato, merecedoras de una fuerte sanción económica o de
otro tipo más duro. Es de suponer que al haber sido
pronunciadas por un alcalde de IU también tengan su natural
correctivo, no por ser de tal o cual partido, sino por no
saber valorar y respetar a un Jefe del Estado.
Él parece que no siente ningún tipo de temor de que la
Fiscalía pueda remitir este asunto a la Audiencia Nacional
para juzgarle.
Si Puerto Real lo ha elegido por algo será, pero en esto no
ha estado a la altura de lo que representa el 14 de abril,
una fecha más importante que sus desvergonzadas palabras.
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