El deporte es la receta perfecta para formar como personas a
los niños y sacarlos de la calle, lejos de la droga y de
actitudes delictivas”. Younès Mohamed, presidente de la
asociación deportiva de balonmano Ramón y Cajal, y Yamal
Mohamed, su vicepresidente, tienen clara la importancia de
atraer a los niños de Ceuta hacia el deporte para que gasten
su tiempo de ocio en alguna actividad que “les haga
superarse cada día, para que convivan con gente de su edad
practicando una actividad sana, en vez de malgastar el
tiempo entre porros y en malas compañías”.
Yamal y Younès, monitores territoriales de balonmano en
Ceuta, formaron este colectivo deportivo hace unos cinco
años para “dar una oportunidad a los chavales de los zonas
humildes de Ceuta, aquellos que no tienen las mismas
facilidades que pueden tener las personas del centro”.
A día de hoy, han conseguido enganchar “a casi 180 muchachos
y muchachas de entre seis y 20 años” del Príncipe Alfonso y
Príncipe Felipe, San Jose Hadú, Juan Carlos I, El Morro,
Varela Valiño y Bermudo Soriano. Unos niños a los que
intentan “formar como personas a través del deporte” y con
los que no actúan únicamente como entrenadores. “En
ocasiones nos sentimos padres de estos chicos”, afirma
convencido Younès, “puesto que los recogemos en casa para
llevarlos hasta el lugar de los entrenamientos, tratamos de
escucharlos cuando tienen algún problema”, bien en casa o en
la calle. De hecho, “hay casos concretos de adolescentes que
estan poco incentivados, que no prestaban atención en clase”
o que, incluso, tienen un entorno familiar desfavorable “con
padres bajo presidio o en proceso de separación”. Así,
mientras estén pasándose el balón y corriendo de un lado a
otro, “tenemos la seguridad de que no están pensando en
malos rollos ni se meten en líos”, aseveró el presidente de
esta asociación deportiva, que cumplirá en agosto su quinto
aniversario.
Nació con el mismo nombre del colegio en que suelen
entrenar. “Ramón y Cajal es donde pasamos la tarde con los
más pequeños, dada la cercanía de este colegio, ya que a
muchos los recogemos en sus casas y nos pilla cerca. En el
caso de los equipos juvenil y cadete, las pistas donde
juegan “hasta casi las once de la noche” son las del
polideportivo de ‘La Libertad’, así como en el de Santa
Amelia.
Competiciones y excursiones
El próximo tres de mayo será una cita importante para los 55
chicos y chicas que componen cuatro de los equipos de
categoría cadete y juvenil en esta asociación de balonmano.
Pondrán rumbo a Dos Hermanas (Sevilla) para disputar un
puesto entre los primeros de las listas andaluzas. Al día
siguiente, se sumarán el resto de la plantilla para
disfrutar en la capital hispalense de toda una tarde de
risas en el parque de atracciones Isla Mágica.
El pasado mes de marzo, el equipo cadete femenino, de unos
catorce años de edad, tuvo su momento de gloria al quedar
subcampeón entre más de 70 chicas en el Torneo de Morro
Jable, en Canarias. Entre las promesas del grupo caballa se
encuentran las jóvenes cadetes Nadia y Norita. Si bien la
primera ha tomado parte en dos ocasiones en la concentración
Promesa en la Selección Española de Balonmano durante 2007,
la segunda fue considerada la mejor jugadora del año en su
modalidad y rango. La última cita de la temporada tendrá
lugar en la ciudad condal en el marco del Torneo
Internacional de San Esteve (Barcelona), donde medirán sus
fuerzas con diversos equipos españoles, además de los
procedentes de Alemania, Turquía, Argelia y Túnez.
Ayudas de las administraciones
La organización de estos viajes y concentraciones deportivas
en distintos puntos del país “cuesta dinero”, manifestó el
presidente del club de balonmano ‘Ramón y Cajal’, que quiso
dejar constancia a través de este medio que “este tipo de
iniciativas requieren de financiación”. Por ello, aprovechó
para solicitar “un empujoncito por parte de la Ciudad, del
Consejo de la Juventud o de la Casa de la Juventud. Pero no
queremos dinero para gastarlo en otra cosa, sino lo justo
para mantener a punto los materiales e instalaciones
necesarias para que los niños puedan practicar este
deporte”, así como para desplazarse a otras ciudades para
competir.
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Los jóvenes que cumplen la mayoría de edad se convierten en
monitores para “revertir la experiencia adquirida”
El relevo generacional es muy
importante en una asociación que se vuelca para que los
niños que hagan deporte, y que no dejan de crecer en número.
Si bien tanto Younès como Yamal, presidente y vicepresidente
del grupo, estuvieron varios años tirando del carro sin
ayuda, la cada vez mayor cantidad de niños inscritos en las
competiciones deportivas les obligó a contar con ayuda que
“vino de dentro”. Y es que esos niños que comenzaron a jugar
de jóvenes fueron madurando, y ahora tienen ganas de
“revertir lo aprendido”. Youssef es ejemplo de ello. Comenzó
a jugar al balonmano con 7 años y, tras su paso por varios
categorías, la obtención del premio al mejor goleador
infantil en el 2003 y al máximo goleador en el Campeonato de
España en abril de 2007, decidió con 19 años que era momento
de emular a aquellos entrenadores que gastaban sus tardes
libres del trabajo para “que los niños se divirtieran
jugando al balonmano”. Ahora dirigie a un grupo de
colegiales en las pistas de Vicedo Martínez, a los cuales
recoge en la misma puerta de sus casas. “Pensé que era el
momento de devolver los conocimientos adquiridos cuando era
pequeño, trasmitiendo mi experiencia como monitor”, una
actividad que realiza desde hace casi tres años. Yussef nos
explicó que la metodología para entrenar a los muchachos “es
tremendamente sencilla”, ya que “ellos mismos te marcan la
pauta”. Estiran, corren un rato y comienzan a jugar con el
balón . Por otro lado, señala que “pocos centros educativos
de la ciudad organizan eventos relacionados con el deporte,
tan sólo el ‘García Lorca’, el ‘Príncipe Felipe’ y el ‘Ramón
y Cajal”.
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