Sanitariamente hablando, la infancia es una de las etapas
más importantes habida cuenta de que el menor se encuentra
en sus primeros años de vida al tiempo que esta formando su
conciencia para el futuro. Padres y profesores son los
encargados de educar al niño o la niña en valores correctos
y buenas prácticas. Nada mejor que la presencia de un
pediatra para marcar unas pautas y resolver las dudas. Así,
el especialista en este área, Jorge Llevot, participó ayer
en la segunda jornada de la Escuela de Padres del colegio
Príncipe Felipe. El público acudió esta vez en mayor número
si cabe ya que se concitaron cerca de 80 padres y madres.
Una vez concluyó la explicación del pediatra, para la cual
se ayudó de un retroproyector, comenzaron las primeras dudas
de los padres. La primera en saltar a la palestra fue la de
la edad a partir de la cual se puede tomar al menor la
tensión arterial con fiabilidad y tranquilidad. En este
sentido, Llevot precisó a los padres presentes que si
quieren hacer controles la edad buena es desde los seis
años.
La alimentación fue ayer uno de los pilares básicos de la
disertación. Así, los padres no dudaron en abordar a Llevot
sobre las vicisitudes de sus hijos en este aspecto. La
preocupación era máxima sobre la cantidad de comida que
toman: “Doctor, mi hijo no come a penas y eso me preocupa”.
El galeno tranquilizó a esta madre y le explicó que no hay
un baremo para medir si un niño debe comer mucha o poca
comida. “Si el pequeño corre, salta, juega y tiene energía
es que almuerza bien”, espetó para continuar: “Cuando la
apatía y la desgana es el principal síntoma es cuando hay
que prestar atención”.
Respecto al colesterol, algo que también inquieta a algunos
padres, el médico explicó que no deben tenerle miedo si se
garantiza una dieta equilibrada. Legumbres, hortalizas y
frutas deben estar y los bollos evitarse.
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