Arreciado, que ayer se negó a especular sobre su continuidad
más allá de repetir que aún no se sabe nada porque el
Ejecutivo de Zapatero no ha llegado a tratar estos asuntos,
visitó ayer las obras de demolición que se iniciaron hace
una semana en el antiguo acuartelamiento de Las Heras para
habilitar allí la futura Comandancia de la Guardia Civil, un
proyecto en el que el Estado piensa invertir cerca de 50
millones de euros que, en tiempos de dificultad, serán,
predijo, “un alivio” frente al desempleo en la ciudad
autónoma y que, junto a la futura cárcel, en cuyo proyecto
ya se trabaja, serán dos de las infraestructuras estrella
gestadas con el PSOE.
El delegado del Gobierno en Ceuta, Jenaro García Arreciado,
visitó ayer las dependencias del antiguo acuartelamiento de
Las Heras para dar formalmente el pistoletazo de salida a
los trabajos de acondicionamiento del terreno para la
construcción de la futura Comandancia de la Guardia Civil,
cuyas obras podrían comenzar, “en el peor de los casos, el
próximo verano”, según adelantó, dando trabajo a un número
indeterminado pero previsiblemente alto de ceutíes [costará
“cerca de 50 millones de euros”] y suponiendo “un alivio”
para las tasas de desempleo actuales.
Acompañado por el teniente coronel de la Guardia Civil
Carlos Guitard y por su jefe de Gabinete, Clemente Cerdeira,
el onubense dio un repaso exhaustivo al solar, donde se
desescombrará a conciencia durante los próximos cuatro meses
debido a la existencia de uralita con amianto en las viejas
estructuras del acuartelamiento, inconveniente que obliga a
ralentizar el proceso por razones de seguridad laboral.
Aislado ese mineral, tan duradero como cancerígeno,
prohibido desde 2002, los restos de la demolición de Las
Heras irán a parar a la segunda fase de ampliación del
puerto, adonde sus escombros irán como anillo al dedo, según
dijo ayer el delegado tras calificarlos como “de
extraordinaria calidad” después de que anteayer varios
constructores tildasen de “agravio comparativo” el que a
ellos se les obligue desde el lunes a llevar los suyos al
Barranco Piniers pagando.
Sobre el proyecto en sí el delegado explicó que se está
perfilando “hasta donde es posible” mientras se espera que
la Ciudad cambie el uso de los terrenos y concrete su
intensidad, aunque dijo tener “garantías” de que no habrá
inconvenientes para levantar la infraestructura deseada, con
un aparcamiento para 300 vehículos, una galería de tiro,
dependencias de atención al público, oficinas y una
residencia.
Su coste, amplió el onubense de acuerdo con la última
conversación que mantuvo con el antiguo mando único de
Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida, estará “más cerca de
los 50 millones que de los 40”, eso sin contar el
equipamiento, por lo que Arreciado se mostró seguro de que
“cuando empiece la obra será un alivio frente al paro en
Ceuta, pues se requerirá el concurso de bastante mano de
obra en la fase de construcción y en múltiples
especialidades”. “Desconozco el número de empleados que
absorberá, pero un proyecto de esta envergadura mueve un
volumen de trabajadores global significativo”, apuntó.
Una deuda pendiente
“En el peor de los escenarios la obra comenzará a mediados
del próximo año y a partir de ahí, por su envergadura,
calculo que durará unos 30 meses en función de las técnicas
constructivas y la capacidad de la empresa que lo haga”,
prosiguió Arreciado, quien se felicitó por poder
“satisfacer” a finales de 2011 o principios de 2012 “la
deuda que manteníamos con la Guardia Civil en Ceuta, que
necesitaba de unas dependencias dignas y una residencia
adecuada”.
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