Parece que a la Dirección
Provincial del Ministerio de Educación y Cultura en Ceuta se
le suceden problemas añadidos al ya de por sí complicado
cometido de cumplir objetivos propios de la mera educación
de los escolares ceutíes, con toda su retahíla derivada de
la casi permanente losa del fracaso escolar.
Es como si al ya de por sí difícil cometido de enseñar y
educar en los centros, a veces no con el respaldo deseado
desde los propios hogares, se le vinieran en exceso asuntos
complementarios o paralelos a la labor educativa y que
conforman parte de la logística necesaria para cumplir con
ese cometido público cuál es el de proporcionar la obligada
enseñanza.
Hablamos de los graves problemas sucedidos en el Instituto
de Enseñanza Secundaria Siete Colinas en relación a la
tensión provocada por la falta de entendimiento, o falta de
profesionalidad, vaya usted a saber, entre la Dirección del
centro y dos empleados conserjes [por cierto actualmente de
baja] que ‘retaron’ [por decirlo de algún modo] al mando
jerárquico del centro. Ha tenido que actuar el MEC y emplear
tiempo en solventar asuntos que no deberían ser jamás,
nunca, un estorbo, si se actuara con la responsabilidad que
un puesto de trabajo trae consigo en toda su amplitud.
Pero por si esto no fuera poco, dos episodios en el Colegio
Público ‘García Lorca’ tiene alertado a los profesores,
Dirección del centro y, fundamentalmente, a los padres de
los pequeños de Primaria. Son ya dos las ocasiones en las
que se ha denunciado intento de ‘acoso’, por no decir
secuestro, sobre dos menores a la salida del horario
lectivo.
Claro que las preguntas son: ¿Dónde están los padres? y ¿Por
qué se permite la salida de menores sin comprobar que los
progenitores o familiares se encuentran esperando para la
recogida de los alumnos?. Entre tanto, la Policía trabaja y
el MEC ya tiene otra preocupación.
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