Emocionante jornada la vivida ayer en el centro que posee la
Cruz Blanca en la barriada Príncipe Alfonso. Tal y como
prometió el comandante general, Enrique Vidal de Loño, las
pasadas navidades con motivo de la telemaratón organizada
por los hermanos Franciscanos, la banda de música de la
COMGE tocó sones de pasodoble y zarzuela para los mayores.
Fue una jornada extraordinaria en la vida diaria de los
hermanos de la Cruz Blanca y todos los mayores que
permanecen a su cuidado en el centro de la barriada del
Príncipe. La capilla San Ildefonso acogió un recital de
música orquestado por el teniente de música, Jaime Ismael
Enguídanos. Al acto acudió el comandante general de Ceuta,
Enrique Vidal de Loño, como máximo representante.
Precisamente éste ha sido el artífice de esta visita, cuando
en el pasado telemaratón promovido por los hermanos
franciscanos prometió una entrañable visita a la casa del
Príncipe. La promesa se hizo realidad ayer con un concierto
en exclusiva para todos los hermanos.
Como siempre sucede en estas ocasiones, la banda de música
de la Comandancia General se encargó del repertorio, con
sones tan populares como ‘Soldadito Andaluz’ y otros
pasodobles. Como colofón sonaron el himno de la Legión y ‘El
novio de la muerte’.
Pablo Nuñez es administrador de la Cruz Blanca en Ceuta y
sustituye al hermano Aurelio, que se encuentra fuera de
Ceuta en estos momentos. Nuñez destacó el compromiso
adquirido por el comandante general, ya que la banda de
música “es una de las cosas que más puede hacer disfrutar a
estos mayores”, dijo. “Es lo que solían escuchar cuando eran
jóvenes y se emocionan mucho”, añadió.
Enguídanos calificó de “satisfacción” el hecho de “poder
aportar nuestro granito de arena” para con estas personas.
Los presentes disfrutaron, inclusando tocando palmas, del
perfecto compás de la música.
Por su parte, el jefe de la COMGE quiso mostrar a los
“abuelos” la “cercanía” de la institución que él representa
en Ceuta, “con un marco incomparable a los pies del cristo
del Medinaceli”.
Fue una jornada única, que merece ser repetida. La ilusión y
la sonrisa de un mayor es similar a la de un niño.
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