PortadaCorreoForoChatMultimediaServiciosBuscarCeuta



PORTADA DE HOY

Actualidad
Política
Sucesos
Economia
Sociedad
Cultura

Opinión
Archivo
Especiales  

 

 

OPINIÓN - MARTES, 22 DE ABRIL DE 2008

 

OPINIÓN / SNIPER

Kosovo visto desde África
 


José Luis Navazo
jlnavazo@telefonica.net
 

No es la primera vez, ni será la última, que me ocupo de este dislate (remito al lector a mi columna del 16 de febrero: “Kosovo, Europa a tomar por culo”,). Su imprudente independencia, proclamada unilateralmente el 17 de febrero avalada por los Estados Unidos y Europa además de inexplicablemente “recomendada” por la ONU viola claramente la resolución 1244 del Consejo de Seguridad, abriendo la Caja de Pandora de una veintena de excluyentes nacionalismos irredentos en buena parte del mundo, como recordaba premonitoriamente el presidente serbio Boris Tadic ante el Consejo de Seguridad: ahí están al acecho el Caucaso y la Transilvania moldava, por no hablar en Europa de casos como los de Benelux, Córcega, Escocia, el mismo Chipre o, en España, Galicia, el País Vasco y Cataluña, Autonomías desde donde se ha seguido con expectación y alborozo el proceso. Las palabras de irresponsables pirómanos asegurando que “La independencia de Kosovo es una situación única que no se repetirá nunca”, son un gratuito brindis al sol que no convence a nadie. La independencia de Kosovo es, en síntesis, como un “boomerang” que puede fácilmente volverse golpeando a sus imprudentes lanzadores. En ésta doliente África en la que vivimos (Ceuta y Melilla no deberían olvidar nunca su geografía) se agitan los espectros de al menos una decena de “Kosovos durmientes”, que esperan su oportunidad para balcanizar aun más el continente mediante una serie de secesiones en cascada, mientras los diferentes países africanos (a excepción de Senegal, cuyo inconsciente presidente Abdoulay Wade ha saludado alborozado la creación del nuevo estado) guardan en general un pudoroso silencio. Por lo demás el peligrosísimo precedente de Kosovo alteraría una de los principios fundadores de la Organización de la Unidad Africana (OUA) de 1963, que contemplaba en su acta de nacimiento la intangibilidad de las fronteras africanas heredadas de la colonización, así como el respeto a la soberanía de los Estados y la no ingerencia en sus asuntos internos; la entidad sucesora en el 2001, la Unión Africana (UA), introduce la posibilidad del derecho de ingerencia en otro país africano en situaciones extremas “para impedir crímenes de guerra, genocidios y crímenes contra la humanidad”, si bien se mantiene el principio de respeto a los trazados fronterizos. No obstante existen condiciones objetivas para procesos “kosovares” en el norte de Costa de Marfil, oeste de Camerún (SCNC), Nigeria, delta del Níger (MEND), isla de Anjouan en las Comores, la República Democrática del Congo y naturalmente Sudán, con la región de Darfur. Rabat se agita discretamente mirando, de soslayo, a sus autoproclamadas “Provincias del Sur”, territorios ley internacional en mano formalmente sujetos a un proceso de descolonización, si bien una buena parte de la comunidad internacional prefiere mirar, “real politik” obliga, hacia otro lado mientras el Reino de los Alauís va consumando su anexión. Mohamed Sidati, ministro delegado de la RASD para Europa y miembro de la dirección del “Frente Polisario”, aprovecha la ocasión para denunciar el bloqueo del Plan de Paz adoptado por la ONU en 1991 y en relación a Kosovo la “hipocresía de la comunidad internacional” ante el caso del Sáhara Occidental.
 

Imprimir noticia 

Volver
 

 

Portada | Mapa del web | Redacción | Publicidad | Contacto