En media docena de años ha pasado
de la segunda división B a jugar dos finales seguidas de la
Copa del Rey, además de una eliminatoria de cuartos de final
en la Uefa.
“Mucho arroz para un solo pollo” y, al final, se le
atragantó la fama ganada tan rápidamente.
La final del pasado año, ante el Sevilla, estaba casi
cantado que la iba a perder, y que sería el primero de sus
fracasos en las alturas. La historia de uno y otro y la gran
forma del equipo hispalense hizo que la Copa del Rey se
fuera a las vitrinas del Sevilla.
Lo de este año, y en tan pocos días los dos tropezones, es
otro cantar, pues la eliminatoria con el Bayern de Munich,
que a priori tenía color germano, estuvo decantada del lado
del Getafe hasta el último minuto, y digo el último, cuando
logró el empate el equipo de Baviera.
Se hizo necesaria la prórroga, el Getafe ante el peor día
del veterano cancerbero alemán logró dos goles de ventaja en
los primeros instantes de la prórroga. A falta de 3 minutos
para finalizar la prórroga los madrileños ganaban por dos
tantos de ventaja, y en esos 3 minutos un fallo garrafal del
portero y una inocentada de la defensa les hace encajar los
2 tantos, con los que el empate 3-3 y por el valor doble de
los tantos en campo ajeno los de Getafe se quedan fuera de
la competición.
Fue un mazazo del que ha costado trabajo, yo creo que no se
ha superado, volver a coger el ritmo que llevaban.
Y una semana después otra final de la Copa del Rey, ante un
Valencia que ha sido grande, pero que ahora mismo corre
peligro de caer en la zona peligrosa del descenso.
En la final de Copa, en principio parecía que tenía, hoy por
hoy, más ventaja el Getafe, pero su falta de experiencia en
estas lides le hizo, con nuevo fallo garrafal de su portero,
encajar un gol a los 3 minutos y un segundo a los 10. Todo
se había roto.
En una semana el “Geta” había pasado de tocar la gloria a
caer en la ruina de las derrotas, y de poco sirvió que
hubiera mucho tiempo por delante, y que al final del primer
tiempo acortaran distancia los madrileños, porque en los
instantes finales en el momento de la verdad el Valencia
sentenciaba con un nuevo gol. No había nada que hacer.
Tras ver estos dos encuentros del equipo del sur de Madrid,
hay que decirlo, cada uno está en su sitio. Los chicos
suelen hacer hombradas, suelen “comprar y vender bien en los
mercados” para luego malvender en las ferias.
En Getafe pueden estar contentos, la temporada ha sido
buena, han llegado lejos en todo, pero al no ganar nada
pronto se olvida ese camino de rosas, para recordar siempre
la dura realidad “ se pudo ..., pero no se hizo”. Es así y
es ahí donde se manifiestan los equipos grandes, es ahí
donde uno grande sale en busca de todo y logra lo que se
propone. Los chicos tratan de llegar, pero la gloria no la
alcanzan con tanta facilidad.
A estas alturas se me puede decir que los grandes, Madrid,
Barcelona, Bilbao, Atlético de Madrid o Sevilla no llegaron,
y es cierto pero lo peor que puede ocurrir a equipos como el
“Geta” es quedarse con la miel en los labios.
Otra vez será, pero ocasiones, en las que hayan fallado
todos los grandes, no se presentan cada año, y haber dejado
esa oportunidad es haber dicho adiós a un deseado triunfo.
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