La verdad es que no damos una, en
cuanto nos dedicamos a hacer pronósticos. Nos vamos Alemania
a darle ánimos al candidato de la izquierda y lazamos a los
cuatro vientos por las cadenas amigas de que, sin lugar a
dudas, será el vencedor de los comicios y por tanto quien
gobierne Alemania. Y va la señora Merkel, que es de
derechas, y gana con mayoría absoluta.
Nos vamos a Francia a darle todo nuestro apoyo al candidato
de la izquierda, haciendo la misma operación con las cadenas
de televisión amiga, que se encargaron de decir, un día y el
otro también, que es quien llevaba ventaja y que, por tanto,
sería el ganador de las elecciones, convirtiéndose en el
presidente de Francia. Y como siempre, para no perder la
costumbre va el Sarkosy, que es un tío de derechas, y gana
las elecciones con mayoría absoluta.
Y como no hay dos sin tres, realizamos la misma operación en
las recientes elecciones italianas donde, de nuevo y como es
habitual, las cadenas amigas se lanzan a decir que la cosa
está igualada, que Berlusconi no va a tener los apoyos
necesarios para poder gobernar, y va el Berlusconi, que es
ese señor multimillonario de derechas, que tiene mucho que
ver con tele cinco, y gana con mayoría absoluta.
No es por nada, pero tiene que haber un gafe que, cada vez
que se le ocurre ir a apoyar a la izquierda, la derecha saca
mayoría absoluta.. Servidor que como todos los que, de
alguna forma nos hemos dedicado al mundo del espectáculo, es
algo supersticioso, y desde luego siendo de izquierdas,
visto lo visto, comprobado, lo comprobado, bajo ningún
concepto permitiría que se me viniese a darme apoyo alguno
y, sobre todo, que las televisiones amigas me dieran como
ganador alegando que el representante de la derecha no me
llevaba ventaja alguna. Porque, eso, sería signo inequívoco
de que mí derrota estaba más que asegurada.
Tengo que decirlo para, de esa forma, evitar males que
llegaran en cuanto vayamos a apoyar, en otras naciones, al
candidato que se presente por la izquierda. Es más creo que,
si el candidato se entera de que podemos llegar para darle
nuestro apoyo, ofrecerle la colaboración desinteresada de
las cadenas de televisiones amigas, es capaz de irse de
vacaciones abandonado la campaña, con lo que ello supone,
hasta que sepa con toda certeza que hemos abandonado su país
y estamos de regreso en España.
Un siglo de estos, en los que tenga pocas cosas que hacer,
me voy a llamar a Zapatero, para ponerle al corriente de
todas estas cosas que están pasando en cuanto vamos, a un
país, a apoyar al candidato de izquierdas.
Creo que ponerle en conocimiento todos los detalles le hago
un favor al presidente de todos los españoles, evitando que
vuelvan a ocurrir y, además, lleguen a creer, que todo es
culpa de que en esa delegación que acude a prestarles su
apoyo hay un gafe.
También puede ser que no sea la delegación que acude a
prestarles su apoyo, sino de algunas de las cadenas amigas,
que con tanto decir que se va ganando o que se lleva ventaja
al oponente que es de derechas, ocurra siempre lo contrario.
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