Que por mayo, era por mayo /
cuando hace el calor/ cuando los trigos encañan y están los
campos en flor/ cuando te entrampas porque llega la
comunión/. Y es que mayo es el mes, donde los bancos amigos
hacen su agosto, con el asunto de los préstamos personales
para las celebraciones de las comuniones.
Las comuniones de hoy, están a años luz de las de mí época,
donde con un desayuno casero, a base de chocolate y bollitos
de leche se celebraba por todo lo alto. Hay que aclarar que
todo dependía de lo que el niño o la niña, que hacían la
comunión hubiesen recogido en su caminar por toda Ceuta,
visitando a familiares y amigos. A menos recogida, menos
chocolate y menos bollitos de leche. Y si la recogida era
importante, hasta se podía llegar a la compra de algún que
otro pastel que, casi siempre, se comían los abuelos.
Lo peor de todo esto es que el niño o la niña llegaba a la
casa destrozado, después del lote de andar que le habían
dado recorriendo la ciudad de una punta a otra en el coche
de San Fernando, un ratito a pie y otro andado. Las
criaturitas llegaban deseando de meterse en la cama pero en
cuanto veían el chocolate y los bollitos de leche se les
ponían los ojos como plato y se les quitaba el cansancio. La
necesidad todo lo puede.
Los que éramos pudientes o sea los que teníamos dinero,
hacíamos la comunión de gris, para después cortar los
pantalones y tener un traje para los domingos y días de
fiestas. Los pobres que no tenían, la hacían de almirante.
Estos pobres que hacían la comunión de almirante con todos
los entorchados me daban pena, pero alguna diferencia tenía
que haber entre los “boyaos” y el resto.
Las cosas, con el paso del tiempo, han cambiadote forma
radical. Hoy día las comuniones son auténticas bodas
incluidas actuaciones de payasos o orquestas para bailar-
Los niños ya no tienen preocupación alguna a la hora de
elegir el traje para hacer la comunión, todos pueden ir de
almirantes. Ya no necesitan que les corten el traje gris
para tener un traje para los domingos y días de fiestas.
Las chicas van guapísimas, todas ellas parecen novias
pequeñas con trajes magníficos que, por supuesto nada tiene
que envidiar a eso trajes de novias realizados por los
mejores diseñadores.
Se acabaron los desayunos con chocolates y bollitos de
leches. Se acabó el darles un recordatorio al que te diera
una peseta y un beso al que te diera menos de esa cantidad.
Hoy los chicos y chicas cuando hacen la primera comunión,
celebrándolas en restaurantes reciben allí magníficos
regalos, entre los que destacan los últimos modelos en el
mercado de esas maquinitas que son el delirio de los
pequeños y no tan pequeños.
La vida, nos guste o nos deje de gustar, ha cambiado a mejor
y a las penurias del ayer, han surgido la abundancia de hoy.
Hay que sentirse satisfechos de haber dejado el pasado
atrás, para vivir un futuro lleno de ilusiones y bienestar.
Aunque, desgraciadamente, siguen habiendo comuniones y
comuniones.
Nuestra felicitación, por adelantado, a todos los niños y
niñas que hagan la comunión. Y a los padres que les sea leve
el préstamo.
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