La pelea protagonizada el pasado martes por parte de dos
estudiantes del Siete Colinas, fuera del centro, ha
precipitado los hechos. El malestar de la dirección del
centro con algunos de los conserjes se ha hecho patente.
Así, miembros del profesorado aseguran que si de aquí al
martes no se soluciona esta problemática con cambios podrán
ir a la huelga.
Institucional y organizativamente la situación en el Siete
Colinas se ha tornado muy difícil en los últimos días. La
dirección del instituto y el claustro de profesores
lamentaron que algunos de los integrantes del personal de
gestión y servicios dedicados a la apertura y cierre de
puertas del centro continúen ejerciendo en la instalación.
El malestar es patente y viene de lejos.
La dirección del centro alertó a la Inspección del
Ministerio sobre los comportamientos de algunos de estos
empleados. Así, hace algunos meses se desplazó desde Madrid
un inspector que, según fuentes del profesorado, realizó un
informe negativo de la labor de estos.
La pelea protagonizada por dos estudiantes del Siete
Colinas, fuera del centro, el pasado martes ha precipitado
los hechos. La directora del centro, Pilar Álvarez, se quejó
públicamente y denunció “dejación de funciones” de algunos
de los conserjes. Esta acudió a la Dirección Provincial e
incluso presentó su dimisión. Esta no fue aceptada. El apoyo
del MEC hacia Álvarez es total y la forma visible es que un
inspector de la Dirección Provincial se desplazó anteayer a
una reunión del claustro de profesores donde se analizó la
situación actual. Los profesores cerraron filas en torno a
Pilar Álvarez una vez se enteraron de la dimisión de esta.
Durante la mañana de ayer un grupo importante de estudiantes
de primero y segundo de bachillerato recogieron firmas para
apoyar a la dirección del centro y para denunciar la
situación ante la Dirección Provincial del Ministerio de
Educación. Los propios alumnos se plantean actos
reivindicativos de mayor calado para la jornada de hoy.
Mientras, el profesorado ha anunciado su intención de
recurrir a la huelga en el caso de que de aquí al martes no
se hayan tomado soluciones para resolver el problema. Estas
irían en el sentido de cambios en el personal.
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