Una vez mas vuelvo a estar en la
antigua Posición A, en Garcia Aldave con mis Legionarios,
para presenciar un Sabado Legionario, quizá este año por
varias circunstancias pueda estar mas ocasiones empapandome
de esencia del Tercio, otras veces, solo subia dos momentos
cumbres en un año, el Aniversario y el dia de la Patrona del
Arma de Infantería,. La diferencia es que los de orden
cerrado no se siente con ardor por parte de los invitados,
ya que nadie aplaude el final del Novio de la Muerte ni la
Canción del Legionario, ganas de me dieron de gritar Hasta
siempre V Bandera cuando se iba en el desfile de despedida y
como me desgañito por jalear con aplausos cuando pasan los
hombres y mujeres que visten la camisa verde legionaria.
Despues de tres años casi me topo con una reliquia del
pasado de la Legión Española, lo considero el ultimo
baluarte vivo de los tiempos casi fundacionales, es Leonardo
Lobato Morales, a sus 86 años y sus achaques de la vista, es
un roble autentico de fortaleza fisica, quizá ese poderio le
salvó en la guerra Civil de morir en los combates que
intervino, el cantar junto a el , el Novio de la Muerte, es
una delicia exquisita, la tonalidad que pone a cada
fragmento de la canción hacen que se meta uno en el papel
del momento fúnebre de la exaltación de la muerte, en el
Credo Legionario.
Para mi nunca ha sido una carga, otras veces no hemos
coincidido por causas ajenas, y siempre mi pluma y mi baul
han estado abiertos a todas las vivencias que Leonardo me ha
ido entregando para guardarlas como oro en paño, en
multiples charlas y reuniones, he comentado las vicisitudes
que sufrió Leonardo en la Guerra Civil, se cumple este año
70 años de que interviniera en la Batalla del Ebro, estuvo
con el Comandante Julio Coloma y subió con el Sargento
Urbano, la Sierra del Caballs, tan heroico comportamiento
fue merecedor de Medalla Militar, pero que olvidó anotar
Julio Coloma Gallegos,. Leonardo recibió hace dos años la
vinculación honorifica con la V Bandera. Leonardo forma
parte de la hermandad que se denomina soldados viejos y
estropeados, pero muchos como el sienten el Espiritu y su
Credo con la ilusión e incertidumbre del primer dia, para
los amantes de la mistica de La Legión, Leonardo con sus 17
años mozos, se encontró en Villaverde, de frente con nuestro
Fundador don José Millan Astral, a Leonardo se le temblaron
las piernas y pensaba en un paquete de aupa, se habia
equivocado de puerta, para formar el desfile y estaba cara a
cara con el Fundador, Don José experto sicologo y exquisito
en el trato con sus hombres, simplemente le dio una
palmadita en la espalda y le dijo tranquilo chaval… y siguió
su camino para el desfile.
En el desfile de la Victoria, del año triunfal del 39, ante
Franco y demas Generales, le tocó desfilar, pero fue ante la
figura una vez mas del Fundador, cuando Millan Astral gritó
de repente ¡ mis nietos! En referencia a esa generación de
Caballeros Legionarios que desfilaban briosos ante el,
Leonardo me contó en sus multiples cartas, que hicieron el
giro de cuello, vista a la derecha, mas fuerte que habian
hecho en la vida,.
Estuvo con el Teniente Dimitri Ivanov, este Ivan el Terrible
fue el que le privó de poder entrar en la Academia Basica,
de rebote lo metieron en la División Azul en un tren, de
nuevo apareció en Dar Rifien, jugandose casi un pelotón de
fusilamiento. Conoció al General Yagüe , a Garcia Valiño, a
Mizziam, al General Manso y Ponte de Zúñiga, incluso estuvo
en Dar-Riffien, como extra en el rodaje de la película A mi
La Legión de Alfredo Mayo. En 2005, entre sorbos de
refresco, mientras otros invitados se hartaban de tutiplén
en los brindis por el primer soldado de España, Leonardo me
contó el porque siempre seguia dando vivas a Franco en sus
cartas y yo los daba por Viva El Rey, el me contó que le
debia la vida a Franco, quizá pensé que era el extasis por
el Caudillo, por su dura vida en la contienda, pues era lo
cierto, al pasar por una vendedora de vino tinto barato, ese
vino peleón de la contienda, pidió una botellita con que
calmar los dolores de metralla, de la cabeza vendada, de
arrimarse al frente con los vendajes y coger trenes y
trenes, de hospitales y volver a filas, sacaba los billetes
negros como el hollin, la vendedora le pedia a Leonardo,
billetes en condiciones, el sacaba todos los billetes
destrozados, hasta que sacó el libro que compró de Franco,
entre medio del libro quedaba una bala perdida, negra como
el carbón atravesada entre el libro del Caudillo,.
De ahí la sorpresa de la cartera y los billetes destrozados,
casi sin comer aquel 2005, asistia a las vivencias del
Caballero Legionario Leonardo, . Javier me decia, si muero
que alguien se quede con mis historias, de eso Leonardo
estoy seguro, tengo muchos archivos, libros y carpetas
repletas de vivencias, pero estas que aquí cuento son desde
el corazón legionario viejo y herido mil veces en la vida,
si paso de poeta a estratega, que se me pierde la fantasia,
dejando de lado a montones de veces, la familia, los amigos
y el trabajo. Vale la pena sentirse Legionario cada vez que
le veo, gritando en la estación maritima, A mi La Legión y
sin darnos la mano, nos damos un fuerte Abrazo Legionario.
La historia de Leonardo, no es exclusiva mia ni de nadie, es
la historia del Tercio, de que a veces nadie sabe en el
Tercio, quien es ese viejo Legionario, que en la contienda
con quince años en la Legión se alistó.
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