El hecho de depender, única y
exclusivamente, de las compañías que actúan en el cruce del
estrecho, hace que Ceuta, sus habitantes y también sus
visitantes, tengan que sufrir o soportar, en unos casos, los
caprichos de las compañías en cuestión, y en otros, el
problema que una avería puede ocasionar.
Hablando en plata, estamos, querámoslo o no, en manos de las
navieras, mal que nos pese, y pocas veces estas compañías
han tenido algo que viniera en beneficio de Ceuta.
Ya va siendo hora de que, en vez de tantas palabras bonitas,
desde los organismos competentes, se haga cumplir la ley, en
todos los sentidos, con lo que los servicios serían buenos,
cosa que ahora no ocurre, o que la naviera en cuestión, si
no estuviera a gusto, que se fuera a otra parte.
Para no remontarnos más, a lo largo de los 12 o 13 años
hemos visto como una, la de siempre, antes Trasmediterránea,
ahora Acciona, se ha mantenido como “línea oficial”, dando
las de arena en más ocasiones que las de cal. Paralelamente
con esta estuvo Isnasa, que Dios la haya perdonado. Entró en
su momento Buque Bus, que aún sigue en la línea, y parecía
que traía aires nuevos, lo único que aportó en los primeros
momentos fue la puntualidad. Euroferrys podría haber sido la
apuesta por la que se decantaran los ceutíes, pero tampoco
aportó nada nuevo y, por último Balearia, que hasta ahora no
nos ha mostrado nada que podamos destacar, ni siquiera unos
barcos que superen o igualen a las otras.
De esas cuatro que hemos citado y que operan ahora mismo
podemos decir que son sólo dos, puesto que convenios,
absorciones o uniones han colocado a Acciona con Euroferrys
y a Balearia con Buque Bus.
Lo cierto y verdad, seamos sinceros, es que cada vez que
aparece alguna compañía nueva nos hace ver que se va a comer
el mundo, con puntualidad, abaratamiento de precios o algo
parecido, pero eso dura tres semanas, ya que una vez que
toman tierra, una vez que se asientan aquí, empiezan los
problemas, no sé si influidos por los que llevan más tiempo
en la plaza, o porque ven que hay que sacar, cuanto antes,
la mejor parte del pastel.
En definitiva, que todo parecía que cambiaba para dejarlo
igual o peor que estaba.
Las quejas son frecuentes, pero ¡ni caso! Y la última
llamada a la unión viene de la plataforma motera de Ceuta
que dice:” Sólo una respuesta enérgica y sin titubeos por
parte del conjunto de los ciudadanos podría ser efectiva”.
Las manifestaciones de la plataforma motera me parecen tan
sensatas, como faltas de efectividad a corto, medio y largo
plazo, porque de poco sirven o de nada han servido la quejas
de los usuarios, cuando las navieras saben que cualquiera,
si es que quiere ir a Algeciras tiene que coger el barco, o
de lo contrario se tendrá que quedar en Ceuta.
Y prueba de que son las navieras las que tienen cogida la
sartén por el mango es que, en el último mes y medio se han
cancelado hasta 50 salidas, y todavía no hay ningún
organismo que haya dicho “esta boca es mía”.
Y es que siempre van a tener las navieras de su lado “una
razón, únicamente comprensible para ellas”, se tratará de
suspensiones debidas a “causas técnicas”. ¿Hay quien dé
más?. Posiblemente otra naviera, que intentará equipararse o
superar a la que la ha precedido, sin más.
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