Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático de la
ONU, la disponibilidad de agua en las regiones mediterráneas
descenderá hacia mediados de siglo a causa del calentamiento
global previsto en los modelos climáticos.
No sólo descenderá la cantidad de lluvias, hay otros
procesos que pueden afectar a las aguas de consumo humano:
el aumento de la temperatura favorecerá la contaminación de
los acuíferos y el nivel del mar puede extender las
salinización a embalses cercanos a la costa.
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