A la espera de que la Ejecutiva de UDCE se posicione, hoy,
sobre qué hara su Grupo cuando el Gobierno y el PP vuelvan a
poner sobre la mesa su propuesta de elaborar una declaración
institucional pidiendo la “suspensión” de los planes de
reorganización de las Fuerzas Armadas de Defensa, el PSOE
quebró ayer por adelantado el consenso que el Ejecutivo
aspiraba a conseguir al anunciar que no se sumará a la
iniciativa.
El presidente de la Comisión Delegada del PSOE para Ceuta,
Salvador de la Encina, y el Grupo Parlamentario Socialista
(GPS) en la Asamblea anunciaron ayer, cada uno por su lado
pero “en perfecta sintonía”, que su partido no se sumará a
la declaración institucional que el Gobierno de Vivas y el
PP pretenden llevar al Pleno de la próxima semana pidiendo a
Defensa que deje “en suspenso” sus planes de reorganización
de las Fuerzas Armadas en lo que a Ceuta se refiere hasta
que no se tengan todos los datos de la misma en el Palacio
autonómico.
Mientras esperaba la llegada de los Reyes, ayer, para
presidir la Sesión de apertura de la nueva legislatura en el
Congreso, De la Encina arremetió contra la propuesta, a la
que comparó con “una ataque a la democracia” y una
sorprendente intromisión “de la Administración municipal” en
un asunto que parte de lo previsto en una Ley Orgánica.
Horas después, vía nota de prensa, el GPS acusó a la Ciudad
de olvidarse de “la lealtad institucional que tanto exige” y
de crear “una alarma y una confusión innecesaria”. “Como
Grupo Parlamentario no participaremos en algo que está
analizándose en los cauces y ámbitos adecuados ni entraremos
en el juego de lo que consideramos una actitud
irresponsable”, remachó.
Más o menos, De la Encina argumentó por la misma vía: “El ex
ministro de Defensa y el delegado del Gobierno ya han dejado
claro que la guarnición militar en la ciudad no sólo no se
verá recortada, sino que al término del proceso de
reorganización, en 2010, aumentará”, dijo De la Encina,
quien reiteró que la nueva ministra de Defensa, Carme
Chacón, tiene el compromiso de dar cumplidas explicaciones
de las repercusiones exactas que tendrá la reforma de varias
unidades militares durante su primera comparecencia en las
Cortes, que probablemente tendrá lugar la primera semana de
mayo.
“La actitud del Gobierno ceutí parece un ataque a la
democracia y constituye un sorprendente precedente el que
una Administración local desee paralizar un proyecto
aprobado en el Parlamento y con rango nacional”, argumentó
el político de origen ceutí.
“Si el Gobierno de España no se hubiese preocupado por la
inquietud creada en Ceuta podríamos entender la posición del
Ejecutivo local, pero una vez que ha quedado claro que la
reestructuración no tendrá ninguna repercusión, ni social ni
económica ni militar en Ceuta, no parece tener mucho sentido
insistir en ello”, consideró el diputado.
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