El dicho popular dice: si no
quieres caldo, toma tres tazas. Al perecer, eso mismo ha
dicho José Luis Rodríguez Zapatero con el nombramiento de
algunos de los nuevos ministros/as que ha incorporado al
ejecutivo como, por ejemplo, con el de Justicia Mariano
Fernández Bermejo, (seguramente en mérito a su pacto con un
sindicato para resolver la huelga del sector), de Magdalena
Álvarez Arza para el de Fomento, (a la que no se han tenido
en cuenta ni sus cuantiosos gastos, a cargo del Estado, por
viajes en avión ni los socavones del AVE en Barcelona y
Málaga) ni el de Carme Chacón Piqueras, Ministra de Defensa
(¿por sus éxitos al frente del Ministerio de la Vivienda de
30 m2?).
Aparte del incremento del género femenino en el ejecutivo,
extraña sobremanera el que una mujer relativamente joven (37
años), sin experiencia alguna en cuestiones militares,
renombrada seguidora del pacifismo (“mejor es hacer el amor,
que no la guerra”), redactora de dictamen sobre la
independencia de Québec, sea nombrada Ministra de Defensa, a
quien, dicho sea de paso, hemos visto, como primera
actuación en el desempeño de su función, ordenar: Capitán,
mande firmes, como el que pide el diario de la mañana. Un
Viva España sin más convicción que la que se le quiera dar y
un Viva El Rey, (Vivas que relatamos así, sin interjección
alguna, porque no se le puede dar otra transliteración a lo
dicho por la Sra. Chacón) como el que da los buenos días,
todo ello aderezado con una previa revista a las tropas, que
le rindieron honores en su toma de posesión, sin que sepamos
si miraba al conjunto de la formación o si estaba pensando
en las musarañas que en aquellos instantes paseaban delante
del ministerio de su cargo. Y después criticaban a José
María Aznar porque no había hecho el servicio militar…
Aunque en nuestra Ciudad estamos muy relacionados con los
militares, no hemos tenido ocasión, por encontrarnos
ausentes de la misma, de la impresión que les ha causado
este nombramiento, aun cuando la milicia, a nivel nacional,
se ha renovado y quedan pocos, si acaso altos mandos, de
aquellos que se enfrentaban al General Gutiérrez Mellado
llamándole poco menos que traidor por sus ideas democráticas
y su sentido de predominio del pueblo en el gobierno
político del Estado Español. Dentro de todo hay que dar
gracias a Dios porque vivimos nuevos tiempos, diferentes a
aquellos con reminiscencias bélicas, y desear a la nueva
Ministra de Defensa los mejores éxitos que, de producirse,
redundaran en beneficio de nuestro Ejército y, en
definitiva, de nuestra nación. De todas formas pensamos que
el Presidente del Gobierno, Sr. Rodríguez Zapatero habrá
dedicado el dicho enunciado de ¡si no quieres sopa, toma
tres tazas¡ a algún que otro de esos recalcitrantes
aferrados a opiniones o conductas trasnochadas y, por qué
no, también a aquellos que, de buena fe, pero contrarios a
las ideas socialistas y, por consiguiente, opuestos al
gobierno, piensan que así como para dirigir la Medicina se
nombra a un Licenciado en la especialidad, para dirigir el
Ejército debe designarse a alguien con mas peso y
conocimientos de la milicia que los que aporta la señora
Chacón Piqueras.
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