La economía va a ser, sin
discusión alguna, el caballo de batalla al que se ha de
enfrentar el nuevo gobierno presidido por Zapatero, como
presidente de todos los españoles. Si Aznar dijo la celebre
frase de: “España va bien”, Zapatero, mucho nos tememos que
no pueda decir la frase de: “La economía va bien”. Porque,
por principio, el Fondo Monetario Internacional, ese en el
que hasta hace poco mandaba Rato, ha advertido que España no
crecerá lo que dice el ministro de Economía, Solbes, y que
figura en los Presupuestos, un 3,3%. No, el FMI sostiene
que, España, crecerá sobre el 1,8 %, o sea casi algo menos
de la mitad de lo que tenemos presupuestado.
Si el crecimiento económico es menos del presupuestado, sin
duda alguna, habrá un crecimiento importante del desempleo
que no podría llevar a alcanzar el 11%. Lo que sería otro
caballo de batalla contra el que tendría que luchar el
gobierno tomando medidas que, en la mayoría de las
ocasiones, serían impopulares.
La caída en picado del sector inmobiliario dejando sin
trabajo a miles de personas, llevará a que una gran cantidad
de las mismas no pueda hacer frente a las hipotecas y el
endeudamiento personal vaya en aumento, mientras los gastos
para adquirir artículos de primera necesidad irán
disminuyendo puesto que el personal, al carecer de medios
económicos reducirá los gastos al mínimo.
El sector inmobiliario es una cadena de la que si el
principal eslabón se rompe termina destrozando a los demás
eslabones. De ahí la caída en un veinte y ocho por ciento en
las ventas de lo complementos tan necesarios como neveras,
hornos y lavadoras. Y los precios de los artículos que
siguen subiendo sin que se les puedan poner freno.
A todo esto hay que añadir las declaraciones realizadas por
el presidente de la COEE, que estima que ente el año actual
y el siguiente se pueden perder casi un millón de empleos,
lo que de cumplirse nos llevaría a una tasa de desempleo que
alcanzaría más de tres millones de parados.
Y para que no nos falte de nada un estudio realizado por las
grandes empresas de trabajo temporal advierten de que ni el
tirón que pueda producir el turismos en verano corregirá la
tendencia negativa.
Desde luego, según todos estos informes emitidos, nuestra
economía no está, como se dice de forma vulgar, para tirar
cohetes. Puede que algunos de esos informes sean alarmistas
y, con ellos, nos quieran pintar una situación
catastrofista. Que todo puede pasar. Vaya usted a saber.
Pero desde luego de lo que no hay duda es de que el sector
inmobiliario ha caído en picado, arrastrando tras de si a
toda una cadena de empresas suministradoras de los
complementos de las viviendas, cuyas ventas han caído, todas
ellas, casi en un veinte por ciento.
Mucho y bien tendrá que trabajar el gobierno de Zapatero,
para tratar de solucionar esta crisis económica por la que
estamos atravesando. Hechos y no palabras, son lo que se van
a necesitar en esta legislatura que, de momento, parece
complicada.
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