Quince minutos. Eso fue lo que duró la incertidumbre en el
Nuevo Mirador, en una edición más del derbi del Estrecho que
se apuntó un Ceuta lanzado sobre un pobre Algeciras. Y es
que, como ya se preveía en los prolegómenos, las diferencias
existentes en la tabla entre locales y visitantes, daban por
sentado cual iba a ser el papel de cada uno. El Ceuta, a
tenor de la línea ascendente de las jornadas precedentes que
le catapultaron hasta zona de play off, se hacía con el de
claro favorito. Mientras que el Algeciras, con el cartel de
farolillo rojo colgado desde prácticamente toda la
temporada, se tuvo que conformar con el de víctima
propiciatoria.
A sabiendas de la superioridad de los suyos, Benigno Sánchez
aprovechó la visita al colista para hacer algunas probaturas
de cara al futuro. Por ejemplo, la de situar a Javi Navarro
en el lateral izquierdo en lugar del sancionado Pepe
Martínez, colocar a Pol Bueso en el centro de la zaga en
detrimento de Sandro, o darle la titularidad a Aitor junto a
Alberto en el doble pivote. Unos cambios que bien pudieron
ser el motivo por el que, en el primer cuarto de hora, ni
caballas ni algeciristas fueron capaces de ceñirse al guión
previsto. Ya que, tanto unos como otros, cayeron en
constantes imprecisiones, seguramente fruto de los nervios
por tratarse de un derbi.
Con ese decorado las únicas aproximaciones llegarían para
los visitantes desde la diestra donde David Fas colgaba
balones, o a base de saques de esquina. Un arma esta última
que, a los quince minutos, fue suficiente para abrir el
marcador cuando Pol remató a las mallas un córner botado por
David Fas al corazón del área. Un gol que llevó tranquilidad
a los caballas, que empezaron a encontrarse más cómodos
siendo capaces de desplegar su juego, mientras que a los
locales les dejó bastante tocados. Tan tocados que, antes de
llegar al ecuador de la primera mitad, Fran Amado aprovechó
un pase en profundidad de Aitor y que la defensa se había
quedado dormida para incrementar la ventaja, al elevar el
esférico ante la salida a destiempo de Félix y hacer el
segundo a puerta vacía.
Con dos goles de ventaja para los blancos y con tanto tiempo
por delante, se podía pensar en un resultado escandaloso;
aunque el Ceuta tampoco quiso hacer sangre y nunca llegó a
pisar el acelerador a fondo. Así, la única duda estaba en
saber por cuento iban a ganar los caballas. Por lo que, al
ralentí, las ocasiones siguieron cayendo de su lado, como la
que disfrutó David Fas al estrellar en el lateral de la red
un remate desde la frontal. Pero el que gozó de los balones
más claros fue Álvaro, que tuvo dos acercamientos. El
primero por una falta de entendimiento de Félix con su
defensa, que el cordobés remató flojo y que fue sacado por
Mena en la misma línea de gol. Y el segundo al dormirse el
propio Álvaro en los laureles ante Félix y en última
instancia chutar a las manos del arquero, cuando estaba
tapado por un rival. Sendas acciones tras las que se
llegaría al descanso con ventaja de dos goles, y con la
certeza de que los puntos iban a cruzar al otro lado del
Estrecho de Gibraltar.
En la segunda mitad José Luis Montes movió su banquillo
dando entrada a Intxausti y José María, en busca de savia
nueva que cambiara el sino del encuentro. Y, aunque el
devenir del choque no cambió, al menos los suyos fueron
capaces de inquietar la meta caballa. El primero que lo
intentó fue José María quien se sacó un disparo que se fue
por encima del larguero. El siguiente acercamiento lo
propició Mena de cabeza, al conectar una falta lejana que
estuvo apunto de sorprender a Lledó. Pero la reacción
algecirista se quedó en un simple espejismo, porque Félix
regalaría a los ceutíes el tanto de la tranquilidad. Y es
que, un balón sin aparente peligro colgado por Javi Navarro
desde la izquierda, fue introducido por el meta gaditano en
su propia portería, certificando el triunfo caballa y el
descenso de los suyos de forma matemática a falta de cinco
jornadas.
El que a pesar de lo holgado de la victoria no estaba para
concesiones era el Ceuta, que mantuvo la concentración para
evitar el gol del honor de los locales. El primero en
responder con acierto fue Lledó, quien mandó a córner un
centro-chut de Ángel. Un saque de esquina rematado por
Alfaro, que Santacruz despejó bajo palos. El tanto parecía
estar cerca, tanto como el zapatazo de Intxausti desde la
frontal que rozó el larguero. Pero nada, el Ceuta era mucho
Ceuta para un inocente Algeciras que nisiquiera fue capaz de
maquillar el marcador con la doble oportunidad que dispuso
Maiquez con el tiempo reglamentario cumplido.
Todo estaba visto para sentencia, y el Ceuta se iba a erigir
en ganador de un derbi del Estrecho exento de emoción, tras
el cual los ceutíes dieron un nuevo paso hacia el objetivo
de jugar el play off de ascenso.
|
Los ceutíes logran en Algeciras su cuarta victoria
consecutiva
El triunfo logrado en el Nuevo
Mirador por la AD Ceuta sirvió al conjunto caballa para
seguir ampliando sus güarismos en una magnífica recta final
de temporada que está sirviendo para adjudicarse uno de los
cuatro puestos que dan derecho a disputar el play off de
ascenso a final de campaña.
Una zona de privilegio en la que los caballas se han
consolidado gracias a los 23 puntos de 30 posibles,
cosechados con Benigno Sánchez en el banquillo. Los doce
últimos logrados de forma consecutiva, al hilvanar cuatro
triunfos seguidos, siendo el segundo equipo del grupo en
lograrlo.
Además de las cuatro victorias consecutivas, los ceutíes
acumulan tres partidos sin ver puerta, habiendo encajando
tan sólo tres goles en los diez choques que el técnico
murciano ha estado en la banda. Eso, unido a que ayer los
ceutíes tuvieron suete de cara a la puerta contraria.
|