Construido sobre la idea de que es mejor enseñar a pescar
que dar pescado, el programa ‘Ceuta Emprende’ ha cerrado
esta primavera dos años de intenso pero satisfactorio
trabajo para los profesionales que en él se han implicado
durante los últimos 24 meses con veinte empresas operando y
otras cinco a punto de hacerlo.
Después de cerca de dos años fomentando el espíritu
emprendedor en nuestra ciudad con resultados muy
esperanzadores el programa ‘Ceuta Emprende’, cofinanciado
por el Fondo Social Europeo (FSE) en un 75% y por la Ciudad
Autónoma de Ceuta en un 25%, ha finalizado su actuación “con
un amplio bagaje en lo que a creación de empresas, formación
complementaria y motivación se refiere”, según destacaron
esta semana sus impulsores.
Y es que aparte de formación e impulso al emprededor el
programa ha abarcado muchas más facetas de esta tarea. Así,
se ha preocupado de “dar la mayor promoción posible a los
conceptos que sustentan la cultura emprendedora” y de
“captar y orientar” a los ceutíes que daban el perfil para
montar su propia empresa acogiéndolos, evaluando sus
capacidades, motivándoles, fomentando su autoestima y
“formándoles y apoyándoles en el diseño de su idea de
negocio”.
Así, se han creado una veintena de empresas (en breve
entrarán en funcionamiento otras cinco) entre las que se
pueden citar cafeterías, restaurantes, tiendas dedicadas al
comercio minorista (ropa y complementos, cosmética natural,
muebles, ropa de hogar....), una empresa de gestión
documental, otra dedicada al arrendamiento de equipos
sanitarios y una asesoría, entre otras.
“Nos hemos quedado con ganas de ver nacer una autoescuela,
una peluquería, una franquicia de ropa de hogar, una
zapatería infantil, una tienda de ropa premamá, un
restaurante, una empresa de construcciones, una empresa de
ocio, y algunas más”, explica Fatima Ahmed, “pero las
personas que hemos trabajado desarrollando la última fase
del programa, y estoy segura de que las que lo hicieron en
los inicios también, hemos vivido la creación de cada una de
las empresas que han pasado por nuestras manos como si
fueran propias, alguna que otra llegó casi a quitarnos el
sueño, pero todo el sacrificio se veía compensado cuando por
fin se creaba fehacientemente el negocio”.
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