El revuelo organizado en el gallinero sindical tras la
constitución de la Junta de Personal y el Comité de Empresa
de la Ciudad amenaza con poner en un brete las cuentras
públicas si UGT cumple su promesa de exigir, “con o sin Mesa
General”, la aplicación del convenio de Personal Laboral de
la Asamblea a todas sus sociedades municipales y organismos
autónomos.
La Federación de Servicios Públicos de la Unión General de
Trabajadores (FSP-UGT) está dispuesta a llevar “hasta el
final”, con el respaldo sin fisuras de la Ejecutiva Regional
del sindicato, su exigencia de que se extienda el Convenio
Colectivo del Personal Laboral del Ayuntamiento a todos los
trabajadores municipales, esto es, tanto directamente de la
Ciudad como de sus empresas vinculadas o sus organismos
autónomos. “Con o sin Mesa General de Negociación”,
reiteraron ayer varios dirigentes de primera división de la
UGT, “pediremos un solo convenio para todos los trabajadores
municipales”.
“La reivindicación no tiene marcha atrás”, sostiene el
sindicato mayoritario en la Ciudad Autónoma, “porque se
asienta sobre un principio sindical irrenunciable: los que
hacen el mismo trabajo deben cobrar lo mismo”.
Durante la semana pasada UGT ya trasladó a través de su
secretario general, Antonio Gil, a los responsables de dos
empresas de capital municipal pero regidas por el derecho
privado esta solicitud: Obimace y Radio Televisión Ceuta (RTVCE),
sociedades en las que debía empezar a negociarse un nuevo
convenio al caducar el que se mantenía vigente hasta la
fecha.
Informe definitivo
Conforme vaya pasando el tiempo y en el resto de entidades
con su misma naturaleza vaya ocurriendo lo mismo el
sindicato mantendrá idéntica postura, sean o no incluidas
estas empresas en la Mesa General de Negociación, decisión
que aún está pendiente de la elaboración por parte de la
Secretaría General de la Asamblea de un informe.
En realidad, que entren o no, parece un asunto menor para la
cuestión de fondo. UGT cree que la Mesa General de
Negociación tiene “poco sentido” en Ceuta y su constitución
viene a ser algo así “como si propusiéramos que se crease un
Parlamento ceutí paralelo a la Asamblea”.
Su creación tiene sentido, sin embargo, en tanto que
modifica sustancialmente la relación sindical de fuerzas en
favor de CCOO, con más peso que UGT en las sociedades y
organismos dependientes de la Administración local y firme
partidaria, también, de que participe de esa Mesa la tercera
pieza de esta partida, CSI-CSIF, cuya inclusión han
defendido como una forma de “no ser excluyentes”,
argumentario que en UGT se interpreta como una forma de
“tapar” ese presunto pacto, siempre negado, que, siguen
pensando sus cuadros dirigentes, permitió a CCOO hacerse con
la Presidencia de la Junta y el Comité de la Ciudad.
El batiburrillo sindical, sin embargo, puede tener
imprevisibles consecuencias, de lograr movilizar UGT el
necesario apoyo en las plantillas de las sociedades
vinculadas a la Asamblea, para las arcas públicas. Ninguna
de las fuentes consultadas ayer, en la Administración y los
sindicatos, fue capaz siquiera de cifrar a cuánto asciende
el total de trabajadores de las empresas municipales y
organismos autónomos, que en cualquier caso superan los 500
empleados.
Aunque las diferencias retributivas existentes entre las
distintas sociedades son considerables (obviamente no cobra
lo mismo un empleado de Obimace que uno de Acemsa o de
Procesa), fuentes sindicales ligadas a la Administración
autonómica cifraron ayer en “unos 600 euros mensuales por
cabeza” el gasto extra que debería asumir la Ciudad,
prestaciones sociales aparte, caso de extenderse el Convenio
Colectivo de la Ciudad, como quiere UGT.
Con esas cifras sin afinar la Administración, que ya destina
35 de cada cien euros de gasto consolidado al capítulo de
Personal, tendría que pagar un mínimo de 300.000 euros más
al mes a los trabajadores vinculados con ella, cerca de 4
millones de euros al año.
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“Eso es algo que hay que estudiarlo muy a fondo”
Sin saber aún, pese a sus rotundas
afirmaciones, si UGT va o no de farol, el viceconsejero de
Recursos Humanos de la Ciudad Autónoma, Javier Díez Nieto,
aseguró ayer que la petición de UGT es algo “que habría que
estudiar muy a fondo”. “Los funcionarios de la Ciudad tienen
un régimen laboral y unas condiciones de ingreso que no
pueden equipararse con los demás”, recordó Díez Nieto, quien
atribuyó mayor verosimiitud a la posibilidad de establecer
un convenio único para las sociedades que a la de extender
el que tiene el Personal Laboral del Ayuntamiento, que
aunque no son funcionarios sí tienen unas condiciones
retributivas prácticamente calcadas a los sometidos al
Estatuto Básico del Empleado Público. Por ello, y tras
remitirse al proceso de constitución de la Mesa General, el
viceconsejero se limitó a elucubrar que el coste de la
propuesta de UGT sería “alto”.
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