No cabe duda de que el anuncio,
todavía no oficial, de la reducción de mandos militares en
Ceuta está siendo algo más que una nube de verano y eso ya
empieza a preocupar.
La última “manifestación” en desacuerdo con esta “posible”
situación se produjo en la tarde noche del jueves en el
arriado de bandera, cuando varias docenas de personas,
posiblemente familiares y allegados de estos mandos, se
enfrentaron al mismísimo delegado del Gobierno, Jenaro
García Arreciado, tildándole de mentiroso.
El ambiente, en el arriado de bandera, a pesar de las
condiciones climatológicas, estaba al rojo. Pancartas con un
claro “no a la reducción” con cierto temple, pero con la
idea muy clara de que algo se ocultaba. Ira contenida es lo
que había en aquellas personas.
El delegado del Gobierno estuvo en el arriado de bandera,
también estuvieron los senadores por Ceuta, Nicolás
Fernández Cucurull y Luz Elena Sanín, como unos
manifestantes más, además de que pidieron al Gobierno
Central, ellos lo pueden conseguir mejor que nadie, que “dé
explicaciones”.
Fernández Cucurull, una vez más, ha demostrado que conoce
los problemas y que cuando hay algo que le quieren ocultar
no tolera que no se lo den muy claro:”El Gobierno ha tomado
una decisión de tapadillo que ha hecho pública después de
las elecciones generales”.
Palabras fuertes las del senador, pero conociéndole como le
conocemos, estamos convencidos de que no es mera
especulación suya, que nada se ha inventado y que su parte
de razón tendrá, porque de lo contrario Nicolás Fernández
Cucurull no hubiera dicho nada. Él no es de los que hablan
para llenar un espacio radiofónico o la página de un
periódico.
Aquí, las interpretaciones, o posiblemente algo más que una
interpretación, van dándose depende de por qué parte.
Desde el silencio de unos hasta la carta que leyó una de las
mujeres de militares va un abismo y especialmente cuando ya
se empieza a calificar de “alarmante” la reducción de tropas
en Ceuta y en Melilla.
Y de preocupante, especialmente, han tildado el hecho de que
mandos que estaban destinados en Kosovo, antes de regresar,
reciben su disponibilidad. No debemos olvidar que estos
mandos militares destinados en Kosovo lo eran en misión de
paz. Pues bien, ahora mismo están regresando y la primera de
las recompensas que tienen es esa disponibilidad.
Tal como están poniéndose las cosas no vemos el comienzo de
la legislatura muy propicia a la tranquilidad, porque a un
problema que se atenúa o “casi” se soluciona, como es el de
la Justicia, se une ahora otro con unas perspectivas
inciertas para bastantes personas y un trasfondo que no
parece nada claro si esto se lleva a cabo.
Temple y talante son necesarios, pero de poco sirve eso si a
continuación no se ponen las cosas claras y aquí la
claridad, si acaso, se ha convertido en algo opaco y, desde
luego, no muy trasparente.
En los 18 kilómetros cuadrados del territorio ceutí, ahora
mismo hay 18 opiniones multiplicadas por 18 y posiblemente
más, sobre este asunto. La información que llega desde las
altas esferas no aparece conjunta y concordante, según lo
interprete el delegado del Gobierno, o según se vea desde el
Gobierno de la Ciudad.
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