Hay siglos que no estoy para nada.
Resulta que me someto a un entrenamiento feroz preparándome
para las próximas Olimpiadas, a celebrar en China, y va y se
lía, ¡la que se ha liado con los chinos y los del Tibet!. Lo
que me lleva a pensar que el asunto de las olimpiadas está
en el aire. Cómo será la cosa que hasta han tenido que
apagar, en Francia, la llama olímpica y meterla dentro de un
autobús para poder ser trasladada. Lo que les digo, que hay
siglos que no estoy para nada.
Perdone, jefe, que esté leyendo lo que está escribiendo.
Pero que me diga, a esta altura de su vida, que se está
preparando para las próximas olimpiadas, me lleva a pensar o
qué usted está perdiendo la “chaveta” o que como siempre
está de cachondeo. Por cierto, jefe, a qué prueba se va a
presentar.
M estoy preparando, aunque tú enano de … no te lo creas,
para los cien metros lisos. Todos los días, durante una hora
tengo entrenamiento intensivo.
Me imagino que ese entrenamiento lo hará, usted, en una
pista de atletismo con entrenador y cronometrador a pie de
pista, para irle indicando los tiempos y corrigiéndole los
posibles defectos que pueda tener. Dónde está la pista de
entrenamiento, para ir a animarlo.
No existe ninguna pista de entrenamiento. Mi entrenamiento
intensivo, lo realizo en la esquina de la calle alcalde
Victori Gañalóns, justamente donde está el semáforo. De
momento la velocidad que alcanzo en la salida es
impresionante, puesto que para pasar de una cera a otra, lo
tengo que realizar antes de que se apague el semáforo que
indica el paso de los peatones. ¿Tú sabes a la velocidad qué
tienes qué pasar para que te dé tiempo de cruzar la calle
antes de que se apague el semáforo?. Pues eso, ese
entrenamiento, lo hago durante una hora de forma intensiva.
Así que en los cien metros libres, medalla de oro asegurada.
Es más, te puedo garantizar que voy a batir todos los record
habidos y por haber. Haré historia en los cien metros libres
en el atletismo.
Si yo fuese usted, a pesar de esa gran velocidad que alcanza
al cruzar el semáforo antes de que se pague el paso de
peatones me pensaría, al menos un par de veces, eso de
querer participar en las olimpiadas. Además, tendría que
estar federado y ser seleccionado para ir a China,
representado a España.
Tú tranquilo, enano, en cuanto les envíe la velocidad que
soy capaz de alcanzar, que es insuperable por nadie del
mundo mundial, seleccionado seguro. Te voy a demostrar que
estoy en plenitud de facultades.
Jefe, mentales me las creo, pero físicas me cuesta mucho
trabajo creérmelas. Mire, jefe, no se moleste pero usted ya
no está para muchos trotes. Usted está para caldito y buena
sopa. Así que deje la idea de seguir entrenando para ir a
las olimpiadas que, un día, le va a dar un “telele”.
No me estarás llamando viejo, verdad enano de… Y si me lo
llamas quiero recordarte, antes de mandarte a tomar el aire
fresco de poniente, que esta temporada se lleva mucho lo de
la tercera edad, con todos los apoyos del mundo mundial ¿O
no?
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