El segundo día de ponencias en la UNED bajo el paraguas del
‘I Coloquio del Grupo de Estudios Especializados de la
Antigüedad’ lo abrió precisamente la directora del foro, la
profesora Pilar Fernández, para hablar sobre la producción
del tinte púrpura en el Mediterráneo Occidental, objeto de
consumo privativo para las clases más altas del Estrecho.
La púrpura, un tinte para lana, lino y seda que durante la
Antigüedad se extrajo de algunas especies de moluscos
gasterópodos y que actualmente se consume en España con el
nombre de ‘cañaílla’, fue objeto de consumo habitual entre
las familias “más acaudaladas del Estrecho y del
Mediterráneo Occidental, de reyes para arriba”. Éste fue el
punto de partida de la conferencia ofrecida por la profesora
de la UNED Pilar Fernández en el marco del ‘I Coloquio de
Grupos Especializados de la Antigüedad’, del cual ella es
directora.
Bajo el tema de la producción de púrpura en el Occidente
Mediterráneo, “un producto que se cotizaba a precios muy
altos”, puesto que para obtener un único gramo se hacían
necesarios más de 10.000 animales. En su libro IX de
Historia Natural, Linneo el Viejo marcó los pasos a seguir
en cuanto a la obtención de este tinte, que actualmente se
reproduce en los laboratorios actuales.
Fernández comentó que en el Estrecho se han encontrado
importantes restos de esta materia en cerámicas fenicias en
diversos puntos del Mediterráneo, como en los yacimiento de
Carteia (Cádiz), en Águilas (Murcia) y, además, en Ibiza. En
cuanto al norte de África, se encontraron restos en Cairuán
y en la isla de Djerba, en Túnez.
Hoy tomará el testigo el arqueólogo de la Ciudad, Fernado
Villada, para hablar sobre las líneas de investigación en la
arqueología ceutí.
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