Unas diez personas, ocho mujeres y dos hombres, tomaron
parte ayer en un módulo sobre prevención de violencia de
género, organizado por la oenegé Cruz Roja y conducido por
una trabajadora social de la entidad. Se persigue “educar en
la igualdad” e identificar connotaciones sexistas en el
lenguaje en la publicidad y en nuestra cultura.
El primer paso para prevenir la violencia machista es
“educar a las personas en términos de igualdad”. Así lo
manifestó ayer la directora del departamento de formación de
Cruz Roja, Pilar Durán, al cierre de la primera sesión del
Modulo de Prevención de Violencia de Género, impartido en
las aulas de la organización humanitaria por la trabajadora
social Meriem Maimon. En total fueron 10 alumnos en este
curso formativo que finaliza hoy, de los cuales ocho son
mujeres y dos hombres, que trabajaron “en la erradicación de
los estereotipos culturales a través de los cuales se
silencian conductas irrespetuosas son cosa cotidiana”,
manifestó Durán. Durante unas cuatro horas, estas diez
personas se atrevieron a analizar, en términos de igualdad,
diversos despieces de periódicos, anuncios publicitarios y
revistas donde el rol jugado por la mujer se encuentra
degradado, un punto a eliminar de los medios un sexismo
iconográfico “que les afecta a ellas principal y
profundamente”.
Número antiviolencia
Desde junio de 2006, unas 50.000 personas han pasado por
tribunales por denuncias relacionadas con la violencia de
género. Éste fue el motor principal que instó al Gobierno de
la nación a poner a punto el teléfono 016 para priorizar “un
compromiso contra la violencia de género”, según afirmaron
fuentes que operan en el Plan Nacional de Sensibilización y
Prevención de la Violencia de Género”.
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