Una reunión de apenas sesenta minutos sirvió ayer al
presidente de la Ciudad y al delegado del Gobierno para
poner los raíles sobre los que deberán circular a paso
ligero, según desearon ayer, los múltiples proyectos
pendientes con competencias compartidas que, por diferentes
cosas, permanecían paralizados desde hace meses e incluso
años en los cajones de ambas administraciones.
Por si lo suyo tiene fecha de caducidad inminente, el
presidente de la Ciudad y el delegado del Gobierno se
citaron ayer en el antiguo despacho de la Alcaldía, en el
Palacio autonómico, para atar los flecos pendientes que
impedían al Estado poner en marcha inversiones por valor de
200 millones de euros en forma de nueva Comandancia, nuevo
Palacio de Justicia, nueva Jefatura Superior y nuevo
instituto. Vivas, que tiene la llave para agilizar estos
proyectos vía modificaciones urbanísticias, aprovechó la
cita para poner también sobre el tapete, tal y como deseaba
que se hiciera Arreciado, los proyectos de la Ciudad que de
una u otra forma penden del Estado: el futuro campus
universitario, la residencia del Santo Ángel, la cesión
definitiva del Mercado Central y la necesaria coordinación
de sus respectivas actuaciones en el Príncipe Alfonso.
Sesenta minutos después, ambos se regalaron elogios y
felicitaciones varias. “Por lo rápido que se ha sustanciado
todo”, dijo el delegado, “es fácil entender que la reunión
ha estado presidida por una sintonía absoluta alrededor de
los asuntos origen de la misma”. Vivas fue, además de
considerablemente más extenso, más efusivo y habló de una
entrevista “cordial”, “positiva” y “del máximo interés”.
“La Ciudad redactará en breve un documento donde fije sus
compromisos al respecto con fechas y actuaciones a
realizar”, resumió el delegado el contenido de la cita, “y
la Delegación hará lo mismo por su parte para,
posteriormente, ajustar en otra reunión los contenidos con
las observaciones de cada parte. El acta resumen de esa
reunión tendrá políticamente el carácter de un convenio
bilateral”, concluyó.
Más al detalle, Vivas citó los proyectos de los nuevos
Palacio de Justicia, Jefatura Superior, instituto y
Comandancia de la Benemérita como núcleo central de su
conversación, actuaciones todas ellas que precisan de “una
actuación comprometida y decidida en materia patrimonial y
urbanística por parte de la Ciudad para poderse llevar a
cabo”.
En los tres primeros casos es la Ciudad quien cede al Estado
los solares [el cuartel de Las Heras es propiedad de
Defensa], algo más o menos resuelto, pero además debe
ejecutar modificaciones urbanísticas del planeamiento
vigente que deben ser aprobadas o informadas favorablemente
por el Ministerio de Vivienda.
La pescadilla que se muerde la cola. Para soltarla, Vivas y
Arreciado decidieron ayer ir de la mano con este itinerario:
una vez concreten negro sobre blanco sus compromisos en
materia de cesiones y demás el onubense utilizará ese
documento para ir a Madrid en cuanto esté constituido el
nuevo Gobierno de Zapatero y pedir a Vivienda que dé
“trámite urgente” a las modificaciones que se planteen.
Reclamaciones locales
En vías de solución los temas de la Delegación paralizados
por distintas causas en la Ciudad, el presidente planteó a
Arreciado sus propias reivindicaciones, en concreto las
relativas al cuartel del Teniente Ruiz, la parcela del Santo
Ángel y los terrenos que ahora ocupa el Mercado Central,
aunque con toda probabilidad sólo este último asunto se
recogerá en el documento que suscriban ambas
administraciones.
“He detectado una clara disposición a ceder a la Ciudad esa
parcela para culminar satisfactoriamente para nuestros
intereses un expediente que dura más de 80 años”, se
congratuló Vivas ante los periodistas, a quienes indicó que
previamente había vuelto a exponer al delegado que dicha
parcela “tendrá un uso afecto al dominio público” y servirá
“para mejorar la trama urbana de la zona afectada y para
poner en valor nuestro rico Patrimonio Histórico, en este
caso a través del Foso y puente de la Almina”.
Lo del campus y el Santo Ángel deberá resolverse, por un
camino paralelo, “en las próximas semanas o, como mucho, en
los próximos meses”, dijo Vivas, quien recordó que su
gobierno mantiene su intención de destinar el
acuartelamiento, propiedad de la Ciudad, a acoger el futuro
campus universitario, y que la Administración ceutí adquirió
los terrenos situados en el Hacho “para que el Imserso
invierta en la construcción de un centro de atención a
discapacitados”.
La cumbre sirvió también para analizar “desde un punto de
vista funcional y operativo” el proyecto de renovación de la
red de saneamiento del Príncipe, que la Ciudad desea
coordinar con su Plan Especial para la zona, y el estado del
futuro enlace Puerto-frontera, asunto sobre el que “no
tenemos ninguna observación que hacer”, señaló Vivas.
Tampoco hubo materia para entrar en harina en la reforma de
la avenida Martínez Catena, que el Estado ejecutará en
solitario.
|