Una denuncia de una supuesta cesión ilegal de trabajadores
que no se demostó motivó la visita al Cementerio de Santa
Catalina de la Inspección Provincial de Trabajo. Allí se
encontraron algunas irregularidades medioambientales que
también podían afectar a los trabajadores. El humo que
desprende el horno crematorio es negro y no blanco como se
supone que debería ser, lo que puede indicar la presencia de
dioxinas. Inspección también encontró el deposito de gasoil
en las proximidades del horno crematorio. El horno se llena
todos los días sin que se haya desarrollado un plan de
autoprotección y emergencia, ni que existan extintores ni
haya una cualificación para su uso por lo que Inspección
concluyó que existe un riesgo grave de incendio. Por ello la
Ciudad está presentando informes a la Inspección Provincial
de Trabajo para que se documenten de lo hallado en el
cementerio.
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