Por tercera vez en 72 horas, aunque esta vez por escrito,
tal y como pidió el martes la Junta de Portavoces, Defensa
negó ayer de nuevo que vaya a dejar en cueros los cuarteles
locales. Para ello remitió a mediodía por fax a Vivas una
carta rechazando que la reorganización en marcha vaya a
suponer un recorte de la Tropa en la ciudad más allá de los
“30 ó 40” mandos que, según dijo el lunes la Delegación en
nota de prensa, deberán cambiar de destino. Horas después,
el Gobierno no se dio por convencido.
El presidente Vivas, quiere que el ministro de Defensa o su
sustituo le mande una carta firmada por él o ella mismo. O,
si no, que le reciba para aclararle las dudas que “tanto el
Gobierno como la ciudadanía” mantienen sobre la veracidad de
las negativas del Ejecutivo de la nación sobre el presunto
recorte de la dotación militar.
Ayer, como pidió el martes la Junta de Portavoces, que
volverá a reunirse para tratar lo mismo, el jefe de Gabinete
de Alonso le mandó una carta muy educada “en nombre del
ministro” que venía a decir, en síntesis, lo siguiente:
a) “Como bien sabe, los cambios producidos en la última
década en el ámbito de la seguridad de Defensa exigen de
nuestras fuerzas armadas un proceso de reestructuración y de
redimensionamiento que permitan racionalizar el número de
sus efectivos en busca de la máxima eficacia”;
b) “En este sentido se está produciendo una reorganización
de diversas unidades en Ceuta, al igual que en otras
localidades”.
c) “En cuanto a la inquietud que señala en su carta, no está
previsto que esta reestructuración suponga una disminución
en el número real de efectivos actualmente en Ceuta. Además,
el personal de las unidades afectadas tendrá facilidades
para poder continuar en esa ciudad”.
Y d) “El ministro me indica que le traslade su
reconocimiento por sus amables palabras hacia el Ejército,
que son buena prueba del sentimiento de aprecio que la
población de Ceuta y sus autoridades tienen hacia nuestras
fuerzas armadas”.
Analizado su texto, a última hora de la tarde la Ciudad
emitió una nota subrayando que la carta “no ofrece cifras ni
detalles de ningún tipo” y, aunque advierte de que “no tiene
por qué dudar” del Ministerio, insiste en que “quiere
aclarar la situación y conocer de primera mano”, vía
entrevista con el ministro o algún alto cargo, sus planes
para Ceuta, pues a su juicio la carta “no despeja las dudas”
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De la Encina habla de “polémica artificial” y Ali de
deslealtad
Aunque hoy tendrá la oportunidad
de decírselo personalmente a Gordillo y, probablemente, al
propio Vivas, el diputado socialista Salvador de la Encina
ya señaló ayer qué le parece la actitud de la Ciudad, cuyo
presidente quiere ahora una cita con el ministro, en todo
este asunto: la de quien alimenta “una polémica artificial”.
Ayer aún hizo votos, antes de conocer la reacción del
Gobierno ceutí, porque abogase por “reconducir la inquietud
y el desazón que se está generando”, aunque lamentó que los
Populares sigan jugando “al cuento de la lechera” tras
advertirles de que el verdadero daño económico a Ceuta lo
causó el PP al disolver el servicio militar. Ali, por su
parte, dijo ayer que con una respuesta oficial en la mano
“por lealtad institucional no se puede poner
sistemáticamente en duda lo que dice el Gobierno de la
nación sin pruebas que lo rebatan”.
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