De nada vale que España disponga de dos orillas en el
Estrecho de Gibraltar. Apenas cuenta el que disponga de
proyectos para modernizar su flota [disponemos de
submarinos,de fragatas y de aviones de combate que por
antigüos cuesta más su mantenimiento que disponer de nuevos]
.
En realidad, hay un antes y un después en los planteamientos
estratégicos de la Defensa en España y muy relacionado con
las relaciones multilaterales de nuestro país en el
concierto internacional entre los países de la primera
línea. El antes y el después está claramente fijado en el 14
de marzo de 2004.
De contar con un proyecto de compra de materiales con los
que dotar a un Ejército español de lo más avanzado
tecnológicamente hablando que habilitara a nuestro Ejército
para cumplir con creces misiones en el extranjero bajo
bandera de la ONU, UE u OTAN y dotarlo, al tiempo, de
capacidad disuasoria, hemos pasado a un Ejército al que se
le dotará de material avanzado pero concebido para la
Defensa en tiempos de paz. SOn dos conceptos distintos con
consecuencias inmediatas. La relación, exclusivamente de
cortesía, con Estados Unidos y Reino Unido, junto con la
tradicional ambición francesa sobre el norte de Marruecos
[al que nunca renunció] Va a hacer, es ya casi inevitable,
que España pierda peso en el equilibrio de Fuerzas existente
en el Estrecho. La presencia de una Base Naval marroquí a
pocos kilómetros de Ceuta cuenta con los apoyos directos de
Estados Unidos, Reino Unido y, por supuesto, Francia que, de
este modo, logrará un puerto de acomodo a su Armada [Francia
no permite que sus buques de guerra atraquen en Ceuta por su
especial relación con Marruecos]. Sobre todo después de que
sus astilleros construyen las nuevas fragatas para la Marina
de Guerra marroquí.
Los militares españoles sienten descontento ante estos
acontecimientos. “Mientras nuestros vecinos se arman,
nosotros nos desarmamos”, nos reconocen algunos oficiales de
alta graduación destinados en Ceuta, mientras compartimos un
cafe y después de analizar toda esta cuestión que hoy
también se tratará en el diario digital, ‘El Imparcial’.
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