El portero del Hilal Amín Ahmed acudió ayer a este diario,
acompañado por el entrenador y directivo Marzok, para
mostrar su arrepentimiento y pedir disculpas por el
deplorable incidente protagonizado el domingo. El jugador
admite que “estoy muy arrepentido y siento vergüenza por lo
que hice. Le pido disculpas al árbitro, a su familia y al
deporte de Ceuta en general”. Amín de 21 años asegura que
nunca ha sido expulsado de un terreno de juego desde que
empezó a jugar en alevines y tiene claro que “si todo esto
me va a traer problemas yo soy el primero que dejo de jugar
al fútbol”.
El Hilal, según explica Marzok, está dispuesto a retirar el
equipo porque “el fútbol en Ceuta está muy mal” argumentando
que “la Federación no lo hace bien, ni el colegio de
árbitros, ni los clubes, ni los jugadores... Hay que tomar
medidas y cambiarlo todo”.
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