Manuel Domínguez, secretario general de la Unión
Autónomica de Ceuta de la Central Sindical Independiente y
de Funcionarios (CSI-CSIF), se mostró ayer crítico con el
acuerdo alcanzado entre el Ministerio de Justicia y los
sindicatos de Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General
de Trabajadores (UGT), si bien acatarán la decisión de los
trabajadores en el referéndum.
Según Domínguez, los resultados de los referéndums
evidencian que “el acuerdo generaliza el descontento”, pero
“las economías de las familias se estaban resintiendo ya por
una huelga tan larga”.
A juicio del secretario general de la Unión Autonómica de
Ceuta del CSI-CSIF, “el Estado es el negociador más duro que
puede haber y quería una paz social antes de la investidura
de Rodríguez Zapatero” y criticó la posición de UGT y CCOO
por firmar un acuerdo sin someterlo a referéndum, el cual sí
convocaron las dos centrales que no firmaron el documento:
CSI-CSIF y STAJ.
“Hay un tanto por ciento muy alto de los trabajadores que no
está de acuerdo con lo pactado”, reiteró, “pero se había
vuelto una huelga agónica”.
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