Existe en la segunda ciudad de mi
residencia, en tierras catalanas, un peculiar personaje de
mucha labia y no menos tendencia a exagerar las cosas cuando
se trata de ir contra su versión de la política.
Este personaje considera al tristemente célebre Paco Franco
casi como un dios menor, menor supongo que por la estatura
¿no?, y cualquier referencia a su dios lo solivianta de
manera muy llamativa.
Odia al voto y con ello a la democracia. Quiere imponer su
tesis personal de que un solo mandatario es suficiente para
el país y quién ose contrariarle se lleva un saco de
insultos de la vieja escuela. Lo único que descolla es que
no es una persona muy mayor, de hecho es más joven que yo
que ya es decir, y su posición respecto a la vida
democrática está basada en las leyendas de su abuelo y de su
padre, ambos militares en vida, por cuanto no es asiduo
consultor de diarios y ha vivido hasta ahora en un
pueblecito de la montaña cercana a la ciudad, Montseny,
dedicado íntegramente al cuidado de su granja de pollos,
pollas, cerdos y cerdas. En fín, uno más que incrementa el
índice de los que no leen la prensa.
Se preguntarán Vds. a qué viene que escriba de esto, pues
viene a que nuestras autoridades locales, de Ceuta se
entiende, creen ver que los rumores de recorte de tropas en
la ciudad conlleva una pérdida sustancial de votos
gananciales para sus intereses políticos. Una pérdida que
creen se basan en el traslado de no menos de 300 familias a
la península y con ello la baja en el padrón de habitantes
de unas 1500 personas, dando pábulo a las hipótesis de que
mientras menos militares menos votos peperos.
Puede que tengan razón en ese miedo que representa la
pérdida de votos y con ello la pérdida de poder, pero no
está de más indicar que eso, el incremento de votos, es una
asidua solución de la derecha más consevadora: enviar gente
allá donde no logran mayoría. ¿Qué no? Vean el caso de
Euzkadi…
La reducción de tropas se vería afectada mayormente en los
mandos y eso es lo que no interesa a las autoridades peperas.
Que se reduzcan el número de soldados rasos les importa
menos, ya que los soldados rasos son más proclives a usar su
derecho al voto dentro de sus tendencias demócratas, al
contrario de los mandos que lo utilizan dentro de sus
convicciones.
En una ciudad como Ceuta, la pérdida de votos sería muy
significativa, más aún cuando se conoce esa tendencia hacia
los peperos de casi todos los mandos militares.
¿Por qué no dicen la verdad nuestras autoridades locales?
¿Por qué insisten en meternos miedo a los ciudadanos?,
sabemos que las declaraciones acerca de lo “nocivo” de la
decisión no es más que una cortina de humo para velar los
verdaderos intereses políticos. La reestructuración del
Ejército nunca podría resultar muy negativa para los
ciudadanos, ya que dejaría muchísimo campo libre a éstos
para su inclusión social y el uso, que por naturaleza, les
corresponden de las instalaciones que ahora son coto privado
de los militares.
Tengan por seguro, muy seguro, que Ceuta nunca quedará
desguarnecida. La reducción de efectivos militares no
significa que la ciudad se quede indefensa, ni mucho menos.
Además servirá para que los ciudadanos, y con ellos nuestras
autoridades, espabilen y hagan efectivas nuevas inventivas
laborales… no basta vivir del cuento a base de subvenciones.
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