La reducción de tropas en la ciudad afectará en mayor
porcentaje a la estabilidad económica y social que a un
posible estado de indefensión en la zona. Este razonamiento
no se le escapa a nadie, pero, ¿qué estimación se puede
hacer en datos económicos de la reducción de personal en
Ceuta? El INE arroja que la Renta Per Cápita en esta región
es de 22.000 euros, por lo que la salida de más de 2.000
personas -entre militares y familia- provocaría dejar de
mover 46 millones de euros al año.
Todos coinciden en que la marcha de militares de la ciudad
autónoma va a afectar principalmente al sector económico y
social. Por eso, la Ciudad es la que más tiene que pelear
porque no se consume la salida masiva de personas de Ceuta
en los próximos meses. Muchos también coinciden en señalar
que no se produciría una merma sustancial en la defensa de
la ciudad a pesar de ser objetivo terrorista y espacio
fronterizo con Marruecos.
Por eso, Basilio Fernández, presidente del Consejo Económico
y Social de Ceuta (CES), aseguró que su equipo de trabajo
tratará este asunto el miércoles 16, en la próxima comisión
permanente de este órgano. Fernández analizó, como
presidente, el panorama que se atisba y mencionó que en caso
de producirse la desbandada “sería una mala noticia”.
Y es que Ceuta perdería más de 46 millones de euros al año
con la reducción de tropas. Esta cifra se obtiene atendiendo
a las últimas cifras de Renta Per Cápita referidas a Ceuta y
ofrecidas por Instituto Nacional de Estadística (INE). Los
habitantes ceutíes ingresaron en 2007 una media de 22.000
euros al año. Por tanto, teniendo en cuenta que el número de
militares que abandonarán Ceuta entre 2008 y 2009 rondarán
las 700 personas y contando con que cada unidad familiar
está compuesta por una media de tres miembros, se obtiene
que con la salida de suboficiales, oficiales y tropa dejará
de moverse en la ciudad autónoma más de 46 millones de
euros. Este dato -aproximado- no incluye el dinero que
dejará de percibir la ciudad con motivo de visitas de
familiares de militares.
Fernández reconoció que en caso de que la “hipótesis” se
cumpla -las autoridades de Ceuta prefieren no darlo por
seguro- “se perdería una fuente de generación de riqueza”.
Socialmente hablando, el presidente del CES dijo que la
nueva situación creada ocasionará “un desarraigo familiar”,
ya que los afectados no abandonarán Ceuta por méritos de
ascenso, y tendrán que habituarse a “nuevos lugares, amigos
y formas de vida”. “Ha sido una cuestión que les coge de
sorpresa, sin que lo tuvieran previsto”, explicó, ya que “se
asumen mejor las cosas cuando ya están previstas”.
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Imbroda pondrá “la carne en el asador para evitar una
catástrofe”
El presidente de la Ciudad de
Melilla, Juan José Imbroda, lidera la lucha contra la salida
masiva de militares de su región. El pasado miércoles
levantó la voz, nada más recibir rumores que podrían
convertirse en una realidad. “Ya ha dejado de ser un rumor,
se ha convertido en una realidad”, manifestó el pasado
miércoles. Imbroda no entiende “por qué se tienen que tomar
decisiones de este calibre que afectan tan perversamente a
una ciudad”, declaró. El político mostró, días pasados,
mucha más vehemencia comunicativa con respecto a este asunto
que su homónimo en Ceuta, Juan Vivas. Además, Imbroda mostró
su interés por reunirse con el presidente de la Ciudad ceutí
esta semana, una pelota que todavía no ha devuelto Vivas.
Por último, Imbroda habló de “poner la carne en el asador”
para evitar una “catástrofe”.
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