Después de la repercusión que a
nivel de Ceuta ha tomado el Plan de Defensa denominado
‘Ejército del Siglo XXI’, el presidente del Gobierno
Autónomo, Juan Vivas, el consejero de la Presidencia, Pedro
Gordillo y la propia portavoz, Yolanda Bel, han mostrado
gran preocupación por lo que significa social y
económicamente la salida de, al menos, 300 familias de
Ceuta.
Por tanto, ya sabemos la postura que adopta el Partido
Popular en nuestra ciudad [una posición menos belicosa que
en la ciudad hermana de Melilla aunque en la misma dirección
crítica], de tal modo que no debemos desdeñar el hecho de
que el resto de grupos parlamentarios de la Asamblea de
Ceuta se pronuncien y lo hagan formalmente en una Junta de
Portavoces para adoptar en firme y en común una resolución
plenaria que elevar al Ejecutivo de la nación, más allá de
la carta que el presidente envió ayer al ministroi de
Defensa en funciones, José Antonio Alonso. De momento, el
Gobierno de la nación representado por el PSOE persiste en
continuar con su plan porque se insiste en que entre los
traslados de ahora y las plazas que salgan a cubrir, la
situación quedará equilibrada como hasta la fecha. Ese es el
discurso oficial de la Administración General del Estado que
califica de ‘dislate’ el que se debata en los medios de
comunicación asuntos relacionados con la Defensa y con el
movimiento de tropas. Sin embargo, las familias afectadas
por la medida del Plan no lo toman tan a la ligera y suenan
tambores no precisamente de paz entre la población. El
ambiente en la guarnición ceutí está realmente enrarecido.
Una patata muy caliente para el general Vidal de Loño que
debe lidiar la situación con rigurosa marcialidad militar y
obediencia debida. En el Sábado Legionario de ayer la
tradicional leche de pantera no supo igual que siempre. Peor
sabrá tras la vuelta de nuestros soldados de Kosovo. El PP
en la Asamblea tratará de contar con el apoyo de la Junta de
Portavoces. Habrá que saber cómo se posicionan PSOE y UDCE.
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