La denuncia de una supuesta cesión ilegal de trabajadores en
el Cementerio de Santa Catalina motivó a mediados de febrero
que la Inspección Provincial de Trabajo y Seguridad Social
de Ceuta girase visitas al centro de trabajo del camposanto
y a la empresa Marmolerías Troyano Martínez, firma dedicada
a la colocación de lápidas y jarrones que tiene suscrito dos
contratos con el Gobierno de la Ciudad Autónoma: uno de
suministro y otro de colocación de lápidas.
El titular de las empresas manifestó no tener trabajadores,
si bien tuvo en su día, tal y como comprobó Inspección
Provincial de Trabajo y Seguridad Social en su base de datos
de la Tesorería. El empresario afirmó que él era el único
trabajador y que desarrollaba parte de su actividad
utilizando medios facilitados por el Cementerio de Santa
Catalina, los cuales presentaban deficiencias.
Asimismo, el personal laboral y funcionarial del cementerio
negó la denuncia y manifestó que no se encarga de la
colocación de lápidas y jarrones, salvo que se haya
procedido a alguna exhumación. De esta forma, la Inspección
de Trabajo y Seguridad Social no detectó la cesión ilegal de
trabajadores.
No obstante, Inspección de Trabajo hizo comparecer también a
representantes de la Ciudad Autónoma, que aportaron una
serie de documentación solicitada. Una vez analizados los
contratos laborales de los empleados del cementerio se
comprobaron irregularidades que han derivado en una
actuación de este organismo del Ministerio.
Por otro lado, la actuación inspectora también documentó
multitud de deficiencias en materia preventiva en el
cementerio y en sus lugares de trabajo. Así, en el taller
Troyano Martínez existía un riesgo de contacto eléctrico
considerable al estar el techo de la nave con agujeros y
abundante presencia de máquinas. Además, algunos de los
equipos de trabajo carecían del marcado “CE”.
El Cementerio de Santa Catalina no tiene Evaluación
Ambiental que evalúe el contenido de los humos que salen de
las chimeneas de los hornos crematorios, que son negros
cuando debieran ser blancos, por lo que seguramente emanen
dioxinas.
Inspección encontró además el depósito de gasoil junto a los
hornos, el cual se llena a diario mediante una cisterna sin
que exista un plan de autoprotección y emergencia, ni
extintores ni cualificación para su uso; por lo que
determinó que hay un riesgo grave de incendio.
Asimismo, existe un riesgo de caída desde las rampas y
escaleras utilizadas para subir los ataudes por su mal
estado.
La actuación inspectora detectó también la manipulación
manual de carga que implica sobreesfuerzos, así como la
ausencia de vestuarios y aseos junto a los hornos, cuyo olor
de las cremaciones penetra además en los guardarropías, los
cuales están junto a las chimeneas.
Inspección comprobó asimismo la falta de vestuario de un
sólo uso a pesar de existir un riesgo biológico y que los
filtrantes de las mascarillas estaban en mal estado y sin
control de mantenimiento.
Por último, se detectó la falta de productos higiénicos en
los aseos y duchas y la ausencia de taquillas con separación
de ropa de trabajo y casa.
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