El segundo jefe de la Comandancia General de Ceuta, Jorgé
Viñé Blanco, presidió un sábado legionario enrarecido tras
las noticias publicadas ayer por la prensa y que sitúa al
Tercio Duque de Alba como la primera unidad cuyos mandos
tendrán que firmar la disponibilidad para ser trasladados a
la península. Este hecho se producirá, como adelantó EL
PUEBLO, el próximo sábado a partir de las 8.00 de la mañana.
El día de ayer sirvió para volver a García Aldave, un feudo
que abandonó La Legión a principios de este año,
precisamente, debido a la reestructuración del Ejército,
cuando se disolvió la histórica V Bandera del Tercio Duque
de Alba.
Los dos protagonistas de la mañana fueron los legionarios de
honor. Por un lado, el militar y teniente coronel Carlos
Pavón Fumado; y, por otro, el civil Francisco Cárceles
Escacena. Pavón, delegado del Instituto Social de las
Fuerzas Armaas en Ceuta, destacó que esta unidad “es la
vanguardia de las Fuerzas Armadas, sólo hay que ver el
aprecio que le tiene la gente”.
Además, dijo que le llenaba de “orgullo” que el coronel jefe
Timón le hubiera elegido a él para recibir el galardón y
calificó a este cuerpo de infantería como una unidad
“siempre disponible para darlo todo por España, con un gran
espíritu de sacrificio para el servicio”.
Por su parte Cárceles, calificó el día como “uno de los más
felices de mi vida”. Esta persona aseguró que nunca se
pierde un sábado legionario y que el credo de La Legión “es
algo que puede aplicarse a la vida civil”, puesto que
conlleva un compendio de valores, como “la disciplina,
compañerismo y educación”.
Durante el acto se rindió homenaje a los que dieron su vida
por España, entre los acordes y la letras del ‘Novio de la
Muerte’, un himno que sigue poniendo los bellos de punta se
interprete en el momento que sea. Para que esto nunca acabe,
el Gobierno debe cuidar a Ceuta.
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