Encarnación Salazar falleció a consecuencia del ‘pinchazo’
accidental que le produjeron los médicos durante la
intervención de liposucción. Este es el resultado que se
desprende del avance de la autopsia de la mujer ceutí, que
el pasado martes fallecía en el hospital Carlos Haya de
Málaga después de cinco meses de intervenciones y dolor. A
pesar de que este documento no ha llegado a manos judiciales
y, por tanto, aún no se encuentra en posesión de la familia,
sí ha trascendido que los forenses indican las secuelas de
la perforación intestinal como la causa del fallecimiento,
tal y como recoge la publicación La Opinión de Málaga.
Por tanto, ante estos indicios, la muerte de la mujer habría
sucedido a consecuencia de un error médico producido por los
especialistas del hospital privado Doctor Pascual de la
capital malagueña, donde Encarnación se sometió el 7 de
noviembre a una operación de reducción mamaria y una
liposucción. A partir de aquí, se sucedieron las dolencias y
las intervenciones de urgencia, debido a los problemas que
fueron apareciendo en el organismo de la paciente y que
afectaron a diversos órganos, como el hígado o el riñón. La
familia trasladó a Encarnación al hospital Carlos Haya el 20
de marzo, donde fallecía doce días después tras una arritmia
severa precedida de episodios de convulsiones epilépticas,
que los especialistas que la atendieron no supieron
explicar, tal y como se recoge en el parte médico del centro
hospitalario malagueño.
El hermano de la fallecida y representante de la familia
Salazar rehusó hacer una valoración de estos resultados,
alegando que la autopsia “aún no se encuentra en manos de
nuestro abogados”, por lo que “esperaremos a verla en su
totalidad para hacernos una idea más amplia de lo que pasó”.
No obstante, el hermano de Encarnación comentó que “lo que
está claro es que si se trata de una persona que no
denuncia, se muere, se entierra y la clínica sigue
operando”. Por su parte, el abogado de la familia Salazar,
Javier Cabillas, afirmó que “el lunes volveremos a
remitirnos al Juzgado de Málaga para obtener toda la
documentación, incluyendo la autopsia completa”.
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Una familia destrozada tras el fallecimiento
Encarnación Salazar tenía 44 años,
estaba casada y era madre de dos hijos. Tras su muerte el
pasado martes, el hermano de esta afirmó que “en la familia
seguimos destrozados”. Según el representante de los
Salazar, “mi cuñado está muy mal y su recuperación va a ser
muy dura”. En cuanto a los niños, “hacen lo que pueden, el
mayor es el que peor lo está pasando aunque el pequeño se
encuentra un poco mejor”.
El hermano de la fallecida destacó, sobre todo, la labor de
los abogados que están llevando su caso, pertenecientes al
bufete ceutí Cabillas, Duarte y Ruiz. “Les estamos muy
agradecidos porque se han ofrecido desinteresadamente a
ayudarnos”. Sin embargo, desde otros ámbitos “no nos han
llamado para nada”, como “la Junta de Andalucía o el
Ministerio de Sanidad”.
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