La base fundamental para el mejor
gobierno de un país es, sin duda alguna, su economía. Cuanto
más fuerte sea su economía más fuerte será su gobierno. Y,
en los momentos actuales, España no se libra de la crisis
económica mundial, por mucho que se empeñen en decirnos que
tranquilos, que no hay problema alguno.
A la subida experimentada por los artículos de primera
necesidad, hay que añadir las experimentadas por la luz, el
agua, el gas, y la caída del sector inmobiliario que ha
conllevado a que el desempleo vuelva a alcanzar el 9%,
rebasando los dos millones de personas, que hace que,
España, sea el país de la UE donde más ha subido el paro en
doce meses. Y no es de extrañar que ante la caída de este
sector, el paro siga aumentando.
La economía, por mucho que quieran decir algunos entendidos,
no va bien. Y que conste en acta, que no lo estamos diciendo
personalmente y en persona. El Banco de España calcula que
el Gobierno de Zapatero se gastará en sólo dos años el
superávit del Estado debido a la caída de las cotizaciones y
al aumento de las prestaciones a los parados.
Como uno, en esto de la economía sólo entiende llevar la de
su casa, no comprende muy bien, a no ser que me lo expliquen
bien explicado los entendidos en la materia, cómo un
Gobierno puede tener superávit, si la deuda exterior supera
el 150% del PIB. Mí pregunta, lógicamente, la hago desde el
máximo desconocimiento de la economía. La baso,
principalmente, en un ejemplo casero. Me explico. Si usted
por una de esas casualidades de la vida, tiene en su casa
doscientos euros, ¡que ya es tener!, y debe cuatrocientos al
banco y doscientos a la tienda de barrio, cómo es posible
que, usted, tenga un superávit. Usted lo que tiene es un
déficit de cuatrocientos euros.
Y al hablar de euros, es que me pongo enfermo porque, el
euro ¡maldita moneda! es el que nos llevo a ser sesenta y
seis por ciento más pobre desde su aparición. Si a esa
pobreza inicial por culpa de la maldita moneda, encima
aumentamos el precio de los artículos de primera necesidad,
cada día, se quiera o no, somos mucho más pobres, y al tener
menos poder adquisitivo, la cosa se va deteriorando con la
caída de las ventas hasta llegar a esa crisis económica.
Y a todo esto sin contar con la subida de las hipotecas, que
trae loco a todos aquellos que se compraron una vivienda, y
las hipotecas han experimentado tal ascenso, que encuentran
enormes dificultades para poderles hacer frente a la misma.
En tal situación a la que hemos llegado por esas subidas, es
lógico la caída en picado del sector inmobiliario, pues a
ver quién es el guapo qué se mete en comprar una casa
solicitando una hipoteca. La única solución que encontramos
para poderse comprar una vivienda hipotecándola, es tapiar
la cocina a cal y canto, enviar a los niños con sus abuelos
y auque no se sea creyente, rezar para que vagan tiempos
mejores y bajen los intereses.
Difícil papeleta la que se le presenta al Gobierno de
Zapatero, quien para paliar esta crisis económica, en lo
posible, tendrá que tomar medidas impopulares con lo que
ello supone para el Gobierno.
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