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ACTUALIDAD - VIERNES, 4 DE ABRIL DE 2008


Salazar hermano de la fallecida. m.z..

muerte
 

La familia de la fallecida dice que hubo muchas “cosas raras”

El hermano de la mujer que murió el martes tras someterse a cirugía estética pide que se depuren responsabilidades
 

CEUTA
Gonzalo Testa

local
@elpueblodeceuta.com

El hermano de M. E. R. S., la ceutí de 44 años que falleció el martes tras someterse, en noviembre pasado, a una cirugía mamaria y una liposucción en el hospital privado Doctor Pascual de Málaga anunció ayer en declaraciones a los medios que la familia persistirá en su empeño ante los tribunales para que se depuren “responsabilidades” en el caso “hubiera o no una mala praxis médica”.

Vivamente emocionado, Manuel Salazar, guardia civil, hermano de la mujer que falleció “sin una relación causa-efecto clara” el martes en Málaga tras cinco meses de “calvario”, repasó ayer ante los medios el último semestre de vida de su hermana, que a finales del año pasado solicitó un crédito de casi 9.000 euros para “ponerse más guapa” sometiéndose a una cirugía mamaria y a una liposucción en una clínica privada, el Hospital Doctor Pascual, de Málaga. En el Hotel Tryp, donde convocó a los medios, Salazar agradeció al Gobierno de la Ciudad y a la población local la despedida brindada a “una hija de Ceuta” y repasó su historia remontándose al 6 de noviembre, cuando por recomendación de una amiga cruzó el Estrecho para ser intervenida al día siguiente y, en teoría, recibir el alta 48 horas después.

Todo fue conforme a lo previsto hasta que llegó ese momento, cuando se negó a irse del centro médico porque “se sentía muy mal”. “Le insinuaron que le saldría más barato irse a un hotel que quedarse internada, pero ante la gravedad de la situación volvió al quirófano”, recordó ayer su hermano, “donde localizaron lo que denominaron un ‘pinchazo’ involuntario en su intestino”. Salió de la sala de operaciones con medio metro de intestinos menos, pero durante las dos semanas siguientes tampoco consiguió mejorar.

Al contrario. Los médicos decidieron volver a operarla “a vida o muerte” el 5 de diciembre. Se le extirpó prácticamente todo el intestino. “Al menos desde entonces sabían que mi hermana no volvería a poder hacer una vida normal, pero nunca se nos dijo nada al respecto, aunque sí llegamos a oír que habían perdido pacientes con menos complicaciones”, lamentó ayer Manuel Salazón, quien alegó que el “trato humano” que recibió en el clínico privado era tan bueno que “no nos decidimos a trasladarla”. La tercera intervención tampoco dio resultado: con el paso de los días por su sonda seguía apareciendo líquido que, al analizarlo, reveló la existencia de una fístula. “Tuvo mejorías puntuales y empeoramientos hasta que comenzó a orinar sangre y se puso amarilla por una insuficiencia hepática”, recordó ayer su hermano.

A pesar de la gravedad del caso la fallecida no recibió hemodiálisis hasta que, el pasado 20 de marzo, médicos y allegados consensuaron que debía ser trasladada ya al hospital público Carlos Haya, sobre cuyos médicos se deshizo ayer en elogios la familia de la víctima. Allí ingresó UCI, en la que permaneció hasta que, la semana pasada, fue trasladada a planta. El domingo, sin embargo, volvió a sentirse peor y el martes murió.

“Estamos en el país del ‘que a mí no me toque’ y de la falta de empatía”, lamentó Salazar ayer, “y yo lo que pido es sensibilidad y empatía para con nuestro caso”. El guardia civil denunció nada más morir su hermana el caso ante el Juzgado de Instrucción número 13 de Málaga, que admitió a trámite su escrito y abrió diligencias al respecto. Inmediatamente después, tal y como aconsejan hacer las asociaciones especializadas, solicitó una autopsia judicial del cadáver cuyos resultados aún no se conocen. “Nos faltan datos y estudios que aún se están realizado, pero parece que hubo muchas cosas raras o extrañas durante su periodo de hospitalización”, criticó.

Responsabilidades

“No sabemos si hubo negligencia o no o si hubo mala praxis médica o no, pero queremos aclararlo porque es lo mínimo que le debemos a mi hermana y porque creemos que, aunque se hicieran bien, el desgraciado resultado de todo esto tiene que tener algún responsable”, advirtió Salazar, que ha puesto el asunto en manos de un bufete de abogados ceutí ca de su parte: “Firmar el consentimiento informado para ser sometido a una operación no puede ser una patente de corso para amparar cualquier cosa”, argumentó tras negar que el Hospital Doctor Pascual haya establecido ningún tipo de contacto con la familia tras el deceso. Además, anunció que indagará en los tres casos de negligencia sin resultado de muerte que han sido probados en el clínico privado.
 


La asociación El Defensor del Paciente exige investigación

La asociación El Defensor del Paciente solicitó ayer a la Consejería de Salud andaluza que inicie una investigación de oficio para aclarar las causas que concurrieron tras la liposucción a la que se sometió M. E. S. R. en el hospital privado. En una nota, lamentó este hecho y advirtió de que “desgraciadamente están siendo demasiado habituales” sucesos similares, motivo por el que justificó la apertura de una investigación de oficio por parte de la Administración, toda vez que instó a la Junta a elaborar ‘un protocolo’ de actuación ante estos casos. En cuanto la investigación dijo que debería esclarecer si la clínica está “preparada”, y si dispone de medios técnicos, humanos e infraestructuras suficientes para estas intervenciones. El Doctor Pascual se negó ayer a hacer declaraciones sobre el suceso.
 

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