Me refiero al centro de la Avenida
San Juan de Dios que es el que he visitado recientemente.
Ahora mismo recuerdo que hace cinco años, por una razón
diferente, también tuve que visitar este centro, y puedo
decir, pasado todo ese tiempo, que las atenciones fueron
perfectas y la amabilidad fuera de lo normal: muy bien.
Ahora, hace un par de días, por aquello de que hay ciertos
elementos en el mundo de la salud que marchan por derroteros
especiales, tuve que acercarme a este centro, una vez más.
Si digo la verdad, no esperaba solucionar el mínimo problema
que me afectaba y que era únicamente lograr una vacuna
antitetánica, que tenía que ponerme aquel día o al
siguiente.
Alguien podrá pensar, en estos momentos que, con ir a la
farmacia estaba todo solucionado, y aquí precisamente estaba
y seguirá , para otros, estando el problema, por cuanto
desde hace un par de meses parece que ese tipo de vacunas no
se las están sirviendo a las farmacias y queda únicamente en
centros hospitalarios o en centros de salud.
Otra molestia más, y otro trabajo extra, para estos centros,
pensaba yo. Y lo del trabajo extra si es cierto, pero lo de
molestias, a mí me han demostrado que en absoluto, y me
remito al hecho de que, en tan sólo cinco minutos, Juan
Manuel, otro señor del que no sé su nombre y la señorita
Raquel me solucionaron todo y pude marcharme a casa con la
vacuna puesta, con todo en regla y lo que es más
gratificante, con la sensación de que no les había
molestado.
Y si en repetidas ocasiones hemos dicho en otro tipo de
organismos, que las cosas no marchan, con más razón tenemos,
yo al menos tengo, que decir que este centro atiende
perfectamente.
No conozco a nadie allí, nada más que a quienes me
atendieron y esto me hace valorar más, mucho más, lo que es
la atención, saludable atención cuando llegas en busca de
dar solución a un problema de salud.
Para muchos, es cierto, esto no era nada, para mí si que lo
era y por eso valoro la forma de atenderme, y por eso
valoro, todavía más, que Ceuta tenga lugares de salud a los
que puedas ir con toda la confianza y con la seguridad de
que vas a ser bien atendido.
A lo largo de los últimos años estamos viendo como entran,
cada vez más personas que necesitan de cuidados sanitarios,
y yo después de experimentar esto ya me explico como esas
gentes que vienen de “la nada” en cuanto a servicios
sanitarios, al llegar aquí y ver como son atendidos no se
quieren ir ni aunque les echen con agua hirviendo.
He querido, y lo hago con sumo gusto, dedicar esta columna
hoy al S.U.A.P. de la Avenida San Juan de Dios, para darle
su justo valor, para seguir recordando a la señorita Raquel
y a Juan Manuel, para poner en su justo sitio sus atenciones
y para que Ceuta sepa que aquí no todo son problemas, aquí
no todo son deficiencias en la medicina de la Seguridad
Social, sino que dentro de las limitaciones que hay tenemos
unos profesionales que merecen mucho la pena.
Llegados a este punto, ojalá que yo hubiera podido decir lo
mismo hace un año de la “chorizada” que en su día me hizo
ASISA, pero son cosas que no se pueden comparar, en el
S.U.A.P. de la Avenida San Juan de Dios son unos señores, en
la otra parte, el pasado año, al menos conmigo, ni lo eran,
ni lo querían, ni lo podían ser. Un día hablaré de ello, y
presentaré la factura que ellos no pagaron y tuve que pagar
yo.
|