Se ve que el tiempo está jugando
conmigo. Cuando me preparo para regresar a Ceuta, va y llega
con buen sol y elevación de temperatura. Ya veo que si me
quedo aquí puedo traer agua a los vacíos pantanos de ésta
Comunidad, de otra lengua y otras costumbres, pero de
momento tenemos aquí una expectativa de aguas sobrante para
quince días… luego veremos de dónde sacan el agua, como no
sea del trasvase del río Segre. Si eso ocurriera el Gobierno
se encontraría en un brete: negándo el trasvase del Ebro a
los valencianos y murcianos y permitiéndoselo a los
catalanes…
El socialista y nacionalista José Bono consiguió la
presidencia del Congreso, pese a tirios y troyanos, en pugna
con Ana Pastor que obtuvo todos los votos del PP. Esta
presidencia le costará un huevo al PSOE, ya que en
contrapartida a los votos obtenidos, 170 votos en total, de
las demás fuerzas políticas con representación en el
Congreso, han tenido que ceder plaza en la Mesa del Congreso
y ello da ventaja a los peperos con dos vice presidentes,
Pastor y Fernández Díaz. Los de CiU “metieron” a Jordi Jané.
O sea que la Mesa del Congreso está dominada por la derecha.
El hermano mayor de mi amigo Alberto Fernández Díaz aspiraba
a algo más que eso, pero con la derrota del PP en las
elecciones generales, se conforma con la vice presidencia
tercera que no es moco de pavo si nos atenemos a lo que
cobran.
A partir de ahí, el juramento o promesa ante la Constitución
se sucede con todos los diputados y senadores electos,
algunos “por imperativo legal” –los senadores de ERC asumen
lo que inventaron los vascos de HB y que resultó avalada por
el Constitucional- en clara contraposición con la pomposa
declaración del senador del PP, Pedro José Pérez Ruíz, quién
afirmó “Sin imperativo de ningún tipo y por convicción
personal, yo sí juro”, dando con esto pie al pensamiento de
que la novena legislatura será encendida y belicosa. ¿Tendrá
algo que ver el número de senadores?
Hay que destacar que la mayoría de quienes juraron acatar la
Constitución son del PP, mientras que los socialistas se
decantaron por prometer. Lo único descollante es la promesa
del diputado de CiU, Jordi Jané, que lo hizo en catalán.
Ignoro si los intérpretes de idiomas estaban en su puesto.
Gaspar Llamazares, con quién coincidí en el hotel Tryp de
Ceuta junto con Mohamed Ali, realizó una declaración de
principios innovadora “En nombre de 800.000 votantes,
prometo” con lo que cumplió el trámite con la cabeza alta.
José Bono, con quién coincidí durante un partido de fútbol
en el estadio toledano “Salto del Caballo”, anda orgulloso
de la supuesta trastada de abandonar la política y luego
regresar…, hizo un gesto de humildad con su declaración
realizada después de ser elegido, comprometiéndose a
realizar su tarea con humildad y cercana amabilidad,
atendiendo a todos los diputados, incluso a quienes votaron
en su contra, por igual, incluso a las minorías. ¿Qué otra
cosa podría hacer el recién elegido presidente del Congreso?
Como indiqué al principio, el socialista y nacionalista José
Bono declaró lo que yo esperaba declarara: “… asumo la
Presidencia con el respeto que merece la soberanía
nacional…”, menos mal que no asumió maneras de viejo
profesor y no pidió a los diputados “conducta ejemplar”,
pero contradijo su declaración de principios con la
inserción de la frase: “… que sí tomen ejemplo de la
sociedad española con sus múltiples identidades…”, esto deja
un poco de resquemor a los otros nacionalistas. ¿No?, ya me
dirán Vds.
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