Mantener, como hasta ahora, el
Plan General de Ordenación Urbana que data de 1992, no deja
de ser un freno a las aspiraciones de mejora en la calidad
urbanística de la propia ciudad. Entre otras cuestiones
porque se hace necesario un nuevo plan de desarrollo al
estar vinculado éste a asuntos vitales de orden urbano en el
que juegan tanto la administración local como la central.
Sin embargo, la Ciudad ya ha presentado su modelo
territorial donde quedan reflejadas las necesidades y los
nuevos ajustes, con nuevas calificaciones y nuevos usos que
lo convierten en un documento vivo en el que se previenen
los actuales criterios medio ambientales, patrimoniales, de
suelo, de vivienda... En cualquier caso, un documento aún
abierto a la participación de los distintos organismos y
entidades que deseen aportar mejoras. El avance fue un
compromiso del presidente Vivas que lo anunció para el
primer trimestre de 2008. Por fin, quince años después, ya
es realidad un nuevo documento ajustado a las necesidades
actuales de la ciudad, plenamente adaptado a un desarrollo
sostenible y que huya definitivamente del anterior que, por
casi obsoleto, dificulta enormemente las posibilidades de
avance de la ciudad como urbe. Un documento abierto, público
y concurrente en el que la Ciudad Autónoma ha depositado
toda su confianza porque lo han calificado como el nuevo
modelo territorial de la ciudad. Más allá de politizar el
Plan, el Gobierno de Ceuta niega la mayor. “Este no es un
documento del PP ni del PSOE, sino de los ciudadanos de
Ceuta, y para el desarrollo de Ceuta”. La verdadera magnitud
de la esencia por lo ciudadano, se establece en que, en el
ánimo de colaborar -como es preceptivo y obligado- con la
Administración General del Estado, la Ciudad Autónoma desde
el minuto uno de la elaboración del nuevo PGOU, mantiene
informada a la Delegación del Gobierno. Un hecho relevante
porque a nadie escapa que el nuevo Plan era necesario, era
vital.
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