Alicia Cordente Sánchez ocupa desde hace pocos días el
sillón de la Secretaría Provincial de la entidad Cruz Roja
Española en la Ciudad Autónoma de Ceuta, dejando atrás su
etapa como coordinadora Provincial en el seno de la misma
entidad y sustituyendo a Diego Sánchez Baglietto. Licenciada
en Psicología por Universidad de Granada, su larga
trayectoria profesional desde 1997, la ha llevado por la
coordinación del Programa de Educación para la Salud, la
gestión del área de prevención del Plan sobre Drogas de
Ceuta y de la Unidad de Promoción y Desarrollo de la
Delegación de Gobierno.
Pregunta.- ¿Cuáles son las funciones de la secretaria
provincial de la organización?
Respuesta.- La de coordinar los trabajos de toda la
institución, gestionar presupuestos y todo lo relacionado
con Recursos Humanos. A nivel interno, la secretaria
provincial es el nexo de unión administrativo con la Oficina
Central de Cruz Roja Española y en el externo es la persona
de referencia, junto al presidente, con las instituciones de
Ceuta.
P.- ¿Este nuevo cargo supondrá un reto en su carrera
laboral. ¿Cuáles serán sus primeros pasos?
R.- Efectivamente se trata de un reto importante, y en este
punto quiero subrayar que mi tarea será doblemente
complicada porque nuestro amigo y compañero Diego Sánchez
Baglietto ha dejado el listón muy alto en todo los aspectos.
De todas formas, me siento muy respaldada, tanto por todos
mis compañeros de Cruz Roja como por todos los miembros del
Comité Provincial, y ello hará que mi trabajo, por complejo
que pudiera llegar a resultar, sea mucho más llevadero. Esos
primeros pasos los van a seguir marcando las necesidades de
los colectivos vulnerables que necesitan de nuestra
solidaridad.
P.- ¿Pretende integrar innovaciones en las formas de
gestión o trabajo de Cruz Roja en la ciudad?
R.- No se trata de llevar a cabo innovaciones concretas,
sino de profundizar en aquellos medios técnicos que nos
ayuden a seguir trabajando. En este sentido, vamos a
aprovechar, aún más si cabe, todas las oportunidades que nos
brindan las nuevas tecnologías. Aplicaremos todo lo que
redunde en un mayor beneficio para los más vulnerables.
P.- En la mentalidad popular prevalece que Cruz Roja en
Ceuta trabaja sólo con sus ambulancias y con el equipo de
vigilancia de playas. Sin embargo, la entidad gestiona
diversos programas. ¿Podría definir los más destacados?
R.- Es cierto que aún se relaciona a Cruz Roja con
actuaciones eminentemente sanitarias, pero los ciudadanos
nos ubican cada vez más en lo social, y ahí están, entre
otras, la actuaciones del Transporte Adaptado, del Centro de
Alzheimer, del Centro Social del Mayor, situado en la
barriada de Villajovita, actuaciones en la prisión,
préstamos de materiales ortopédicos -en función de las
existencias-, Ayuda a Domicilio, Teleasistencia o Piso
Tutelado.
P.- El trabajo diario de la organización es bastante
cercano a los mayores de la ciudad, hasta tal punto que
varias personas ‘tercera juventud’ han accedido a Cruz Roja
como voluntarios. ¿Qué papel tiene la organización con
relación a la Ley de Dependencia?
R.- Que los mayores dediquen su tiempo a Cruz Roja es un
tesoro, un bien preciado que una organización como la
nuestra no puede dejar pasar. Los mayores, nuestros mayores
son una verdadera reserva de conocimientos y experiencias
que nuestra sociedad no puede, ni debe, permitir que se
pierdan. En cuanto a la Ley de Dependencia, que valoramos
positivamente como cualquier logro social que se implante,
Cruz Roja estará siempre presente allí donde se le demande,
entre otras cosas porque somos una entidad auxiliar de los
poderes públicos.
P.- A caballo entre dos continentes, en zona de paso de
inmigrantes de manera regular. ¿Qué se puede decir sobre los
programas de intervención con inmigrantes y refugiados?
R.- Cruz Roja Ceuta es pionera en todo lo relacionado con
intervención con inmigrantes, tanto que a esta Oficina
Provincial le fue otorgada la Medalla de Oro de Cruz Roja,
de manos de Su Majestad el Rey, precisamente por esa labor.
Cruz Roja estuvo presente en las Murallas Reales, cuando los
inmigrantes empezaron a asentarse allí, posteriormente en el
campamento de Calamocarro, donde se llevaban a cabo
atenciones sanitarias y reparto de alimentos, y ahora en el
CETI donde Cruz Roja lleva a cabo una importante labor.
P.- Algunos de los programas que gestiona la entidad
apuestan por la integración de colectivos desfavorecidos.
¿Considera que la sociedad avanza hacia una integración
total?
Evidentemente hay avances, faltaría más, pero no es menos
cierto que existe todavía mucho camino por recorrer. En algo
más de cincuenta años hemos pasado de la beneficencia pura y
dura, donde se daba poco menos que limosnas, y puedo
entender que hasta con la mejor intención a los más
necesitados hasta ahora dónde esas ayudas son un derecho de
los ciudadanos. Está claro que hemos avanzado. Pero queda
mucho por hacer, sin duda, mientras exista una mujer
maltratada, un niño con entorno familiar adverso o un mayor
en situación de abandono.
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