Tranquilo como estaba observando
la victoria del Barça en el campo del Betis, que por otro
lado no tenía porqué jugarse ahí tras el botellazo, casi
finalizando la primera parte me llaman al móvil para que
acuda urgentemente a una reunión. Aunque me dolía dejar a
“mi” Barça” acepté reunirme. Gracias a ello no contemplé el
vapuleo que los béticos endilgaron a los azulgranas en la
segunda parte. Un partido para olvidar, uno más de esos que
te hacen desistir de seguir siendo “culé” y lo raro es que
suceda siempre que se trata de alcanzar al líder.
Este disgusto no es óbice para que continúe con mi cita
diaria y a pesar de todo lo que me duele que “mi” equipo
pierda tan tontamente, aquí estoy con vosotros.
Desde lejos observo las maniobras en aguas de Algeciras de
quienes tienen la obligación de limpiar el Estrecho de ese
pecio semihundido de nombre tan poético, para los ingleses
que no para los españoles, “New Flame” cargado con
variopinta chatarra que infecta cada vez más el entorno de
nuestro mar.
Como quiera que el sentido del humor de los ingleses pasa a
veces de rosca, el nombre de la barcaza encargada de limpiar
“Big Foot 1” ya es el desmadre del desternillamiento. Sigue
atracada en el puerto a causa de los preparativos… ¿tanto
protocolo para sacar unas cuantas toneladas de chatarra? ¿o
es que esperan a que se desintegre y difumine por el “Mare
Nostrum” y así ahorrarse trabajo? Cualquier cosa podemos
esperar de los llanitos ingleses. Pero lo que está claro es
que existen intereses ocultos en juego.
Regresando a Catalunya, que es donde paro ahora, me
sorprende que ahora sorprendan a la mafia de la droga,
descubriendo con que la traían a Catalunya desde Marruecos
en superlanchas de cinco motores. Con este sistema burlaban
la vigilancia de Andalucía y de la costa levantina.
¡Llevaban dos años haciéndolo! Y nada menos que
desembarcaban la droga en el Delta del Ebro, lugar al que yo
frecuentaba cada año. Lo malo de todo ello es que encuentran
en un patrullero de vigilancia costera 250 kilos de hachís.
Lo malo de todo es que ese patrullero había zarpado de Ceuta
y tres miembros de su tripulación han sido detenidos.
Lo malo de todo lo que pasa es que algunos policías están en
el juego de la droga, en connivencia o no con sus
superiores, en parte porque controlan a los “camellos” y
mientras éstos no se extralimiten los dejan hacer y en parte
porque adquieren, los propios policías la droga que los
mismos “camellos” vigilados le venden. Esto lo sabe hasta el
vecino del quinto, que aún no se ha atrevido salir del
armario… algún día lo hará.
Entre tanto la Justicia anda ahora en la cuerda floja y no
precisamente por el caso de Mari Luz, sino por otros muchos
casos. Entretanto mantienen en prisión preventiva más allá
del tiempo establecido por la Ley a muchos, que tienen el
derecho inalienable de presunción de inocencia encima, deja
sueltos por las calles a auténticos criminales y potentes
delincuentes…, ¡ver para creer!
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