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cultura - MARTES, 1 DE ABRIL DE 2008


Antonio Rodríguez Almodóvar. reduan.

entrevista
 

Rodríguez Almodóvar: «Había
que restaurar el cuento popular porque estaba deteriorado»

El Premio Nacional de Literatura de 1985
ofreció ayer a las 20.00 horas una conferencia sobre la cuentística tradicional en el salón de actos del Palacio de la Asamblea
 

CEUTA
F.M. Caracena

local
@elpueblodeceuta.com

El escritor sevillano ofreció ayer la conferencia Cuentos populares perfectamente incorrectos en el salón de actos del Palacio de la Asamblea. Rodríguez Almodóvar es Doctor en Filología y Catedrático del Instituto de Lengua y Literatura Española realizando varios estudios sobre el cuento tradicional. Ha sido galardonado con numerosos premios como el Nacional de Literatura en 1985 y el Premio Internacional Infanta Elena de Narrativa Juvenil que se le concedió por la novela Un lugar en el paraíso. Ha publicado obras en casi todos los géneros literarios, ha escrito poesía, novela o teatro y varios libros de cuentos: El bosque de los sueños, Cuentos de la media lunita y Cuentos al amor de la lumbre.

Pregunta.- ¿Qué caracteriza a los cuentos castellanos populares?

Respuesta.- Los singulariza que son versiones o adaptaciones de los grandes cuentos indoeuropeos pero más cerca de nuestra mentalidad y nuestras costumbres. Los grandes cuentos, sobre todo los cuentos maravillosos, que es lo que centra mi atención, cuando se plantean y aparecen en Francia, Italia o Alemania es un cuento que mira más hacia el contrato social, al contrato entre el rey y el caballero. Se centra en el secuestro, en el encantamiento de la hija que necesita ser reparado por alguien. Ése es el tema central del cuento indoeuropeo que se hace más al norte de nuestra latitud. En España eso se suele traducir más en el encuentro casual. El caballero sale al camino a desfacer entuertos como Don Quijote, y no necesita previamente la noticia de que haya una princesa encantada sino que sale al mundo porque sabe que fechorías como ésas se cometen. Hay ahí un cambio de mentalidad relevante, el cuento español es por tanto más individualista, más heroico, el caballero sale a hacer el bien y es más idealista. Después, a su vez, el cuento castellano en líneas generales es más realista, ya que es más frecuente el cuento de costumbres y el de animales. El cuento de encantamiento es más difícil de encontrar en España. También es menos agresivo, menos violento, es raro que haya batallas entre ejércitos. Destaca más el heroísmo individual.

P.- Hay cuentos que traspasaron las fronteras culturales y se contaban tanto en Andalucía como en el Magreb ¿de dónde nace esa relación?

R.- Sin duda alguna es el encuentro de dos cultura alrededor del fuego. Pero sus circunstancias no están estudiadas porque hay muy pocas noticias históricas. Eran encuentros directos, frecuentemente entre personas iletradas, lo que no deja huella escrita. Sin embargo, fue algo que se produjo, las fronteras han sido siempre un espacio de intercomunicación, y en este caso era muy profunda, probablemente se hacía en las tertulias campesinas y hogareñas. Ahí se produjo un intercambio muy fluido de un lado y de otro.


P.- ¿Cuentos muy conocidos por su difusión en el cine tuvieron su versión castellana en las tertulias campesinas?

R.- Los grandes cuentos de la colección de Grimm son de tradición oral. Ellos lo único que hicieron fue adelantarse, darles forma escrita y registrarlo. Ese es el gran favor que nos hicieron a todos. En España tuvimos ejemplos como Fernán Caballero, Machado Álvarez y Antonio Espinosa haciendo esta labor.


P.- ¿Cómo es su trabajo en el estudio de los cuentos populares?

R.- Yo también he intentando seguir este rastro pero con una nueva metodología, la estructuralista. Intento buscar cómo es la forma de trasladar el cuento y también su relación con la sociedad, pero primero había que restaurar el cuento porque estaba muy deteriorado. Yo me he dedicado a reconstruir y a restaurar el cuento. A pesar de que los cuentos tradicionales son orales, están en el aire, hay técnicas y se consigue a veces a partir de un detalle insignificante.

P.- ¿Sigue habiendo cuento tradicional?

R.- Sí, en Andalucía encuentro a personas mayores de los pueblos y las aldeas, gente que muchas veces no saben leer y escribir, que los sigue contando. A veces cuando se buscan determinadas cosas es recomendable buscar a personas que no están contaminadas por la cultura oficial.


P.- En los libros de cuentos que ha escrito, ¿ha bebido del cuento tradicional?

R.- Mi primera asalto fue Cuentos al amor de la lumbre es un libro de arquetipos, de cuentos reconstruidos en su totalidad y sin aderezo literario. El segundo asalto es la versión para los niños Cuentos de la media lunita. Y el tercer asalto ha sido El bosque de los sueños que ya es una recreación literaria mía a partir de historias muy antiguas. Yo siempre busco lo más arcaico.

P.- ¿En la literatura española siempre ha tenido mucha influencia lo popular?

R.- Sí pero no se ha reconocido. La comedia española está llena de historias basadas en cuentos populares. Muchas veces los autores no lo reconocían porque no hacía falta. El público sabía que esa historia provenía de un cuento popular, como sucede en obras por ejemplo de Lope de Vega o de Calderón.

P.- ¿Parte del genio español nace de la unión entre las formas más elevadas y de los contenidos más bajos?

R.- Sí, del encuentro probablemente del cuento maravilloso con el cuento de costumbre. Tenemos por ejemplo El príncipe encantado que es una versión de La bella y la bestia y luego tenemos La niña que riega la albahaca, ahí vemos dos formas de expresión totalmente distintas. En ese constraste entre lo divino y lo humano, entre Don Quijote y Sancho, es donde se entiende la personalidad de la cultura española.
 

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