Sonidos progresivos influenciados por el rock de los 60,
temas con un toque folk, algo de soul y una ejecución
extraordinaria de la que puede ser la mejor banda del
panorama de la ciudad es lo que se pudo escuchar ayer en el
local La Sala, que presentó un aforo casi completo.
El cambio de los ritmos fue constante, al igual que la
mezcla de estilos, y la percusión de José Guerra en la
batería fue dura y sonora durante toda la noche.
A los Tea Company les gusta considerarse distintos, son unos
melómanos que recogen influencias de músicas muy diferentes
desde la base del pop y el rock tradicional. Un buen ejemplo
es su climático tema de cierre, llamado precisamente
Retales.
Fue uno de los primeros temas que compusieron cuando
empezaban hace más de diez años y lo hicieron a partir de
tres trozos previos de Borja, Rodri y Álvaro que unieron
después. Tras un tiempo sin tocar han compuesto temas nuevos
que sonaron ayer por la noche.
Tienen ahora la ilusión y la ambición de conseguir editar un
disco después de haber ganado un festival local y haber
quedado segundos en uno nacional celebrado hace un tiempo en
Ceuta.
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