Emulando a Julio César cuando en la batalla de Zela
pronunció la famosa frase, la AD Ceuta entonó el ´Veni, vidi,
vici´ en el Estadio Romano de Mérida, donde superó con
solvencia a un rival directo que no tiró entre los tres
palos a lo largo de los noventa minutos. Aún así, como
sucede en todas las guerras, los ceutíes tuvieron que dar la
cara a lo largo de un choque que supieron leer a la
perfección de principio a fin, y en el que volvió a ser
letal un Fran Amado que, en la punta de lanza, volvió a
marcar.
Benigno Sánchez, como buen estratega, entendió desde su
atalaya como afrontar la contienda; para lo que realizó
algunos cambios. Finalmente, ante la baja de Txiki, el
técnico murciano situó a Pepe Martínez en el lateral
derecho, dando entrada en el costado zurdo a Pol Bueso,
quien debutaba con la elástica caballa. La otra sorpresa
estuvo en el centro del campo, donde David Fas entró por
Javi Navarro, actuando el valenciano por la diestra,
desplazando a Tato a la izquierda, quedando Álvaro en la
mediapunta. Por su parte Fabri también presentaría alguna
novedad, además de la esperada entrada de Regino en el
lateral izquierdo. Así situó a Juli Ferrer en el carril
derecho, relegando a Chupri a la suplencia, quien entraría
en el descanso junto a Ismael, en el caso de este último por
Zafra.
Como viene siendo habitual en la propuesta de juego
emeritense, estos dieron la posesión del esférico al equipo
contrario, intentando sorprender en oleadas. Un
planteamiento que a lo único que llevó fue a que los ceutíes
estuvieran cada vez más cómodos sobre el césped, disfrutando
de sus primeras aproximaciones. La primera de Alberto, quien
puso a prueba a Orlando con un lanzamiento flojo desde la
frontal, y otro de Tato que en su caso salió directamente
fuera.
Ya en el ecuador del primer periodo, y viendo que su equipo
no funcionaba, Fabri situó a Cuevas en su posición natural
de interior diestro, para ser el único de los locales que lo
intentó. Pero donde realmente estaba el peligro no era en
las botas de ningún jugador emeritense, sino en las de Fran
Amado. El algecireño, que de cada balón que toca nace una
acción de peligro, recogió una pelota inocente en los tres
cuartos de campo y, marchándose de todo el que le salió al
paso, se plantó en la frontal para de certero zapatazo batir
a Orlando y adelantar a los suyos.
Golpe de autoridad tras el cual el Ceuta no dió el más
mínimo atisbo de querer replegarse, disfrutando de
posesiones largas. Mientras tanto, los extremeños solo
supieron encomendarse a un Cuevas que no tuvo el día, y al
argumento del balón parado. Aún así, y del rechace de un
saque de esquina, Álvaro estuvo apunto de poner el segundo
al rematar ajustado un balón suelto que acabó junto a la
cepa del poste.
A medida que se fue acercando el final del primer periodo
los extremeños lo intentaron con algo más de intensidad y,
sobre la bocina, pidieron penalti de Santacruz sobre
Luciano, al derribar el cordobés al delantero argentino tras
un pase de la muerte de Cuevas desde la derecha. Aunque
también en tiempo añadido el colegiado malagueño no pitó una
pena máxima en el área local por manos de Regino a centro de
Fran Amado.
En la segunda parte Fabri apostó por el equipo que en teoría
iba a jugar, dando entrada a Chupri e Ismael por Juli Ferrer
y Zafra. Una apuesta que daría a los emeritenses algo más de
profundidad, aunque sin inquietar a los ceutíes que supieron
sacudirse la presión. En esas el único acercamiento local lo
generó Granada, al sacarse un remate desde la frontal que
salió directamente fuera. Un tímido intento al que tampoco
sucederían nuevas aproximaciones a pesar de que los locales
se volcaron, pero sin saber encerrar a un Ceuta que supo
cortar el ritmo cuando así lo requería. En lo que parecía un
intento por perder el tiempo, Seidi se dejó caer por lo que
a la postre se sabría que era una lesión. Lo que provocó una
tangana al no echar los locales el balón fuera. Con ese
decorado se llegó a los últimos diez minutos de partido, en
los que aparecerían las prisas en las filas emeritenses. Y
como las prisas no son buenas consejeras, las oportunidades
volvieron a ser para el Ceuta a la contra. Una de ellas la
disfrutó Fran Amado, quien cruzó demasiado un balón que
salió fuera. El mismo destino que el remate de Álvaro que,
tras una buena jugada individual, rozó el segundo.
En el Mérida el único que lo seguía intentando era Cuevas,
quien poco antes de cumplirse el noventa fue derribado por
Pol Bueso dentro del área, pidiendo un penalti que tampoco
sería señalado. Y ya en tiempo de descuento, de nuevo
Cuevas, intentó sorprender a Lledó desde lejos en la última
oportunidad, tras la que se certificaría el triunfo del
Ceuta ante un rival directo al que gana el average
particular y arrebata la cuarta plaza.
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El Ceuta se embolsa 14 puntos de 21 en un tramo delicado de
calendario
La AD Ceuta superó el delicado
tramo de siete partidos ante rivales directos, con un bagaje
de 14 puntos de 21 posibles. Así los ceutíes lograron cuatro
triunfos, dos empates y una única derrota encajada en
Linarejos (1-0) justo cuando se inició el tramo complicado
del calendario. A partir de entonces los caballas
reaccionaron y enlazaron dos triunfos seguidos ante el
Puertollano (3-0) en el Alfonso Murube y el Écija (0-1) en
el Municipal de San Pablo. Posteriormente los blancos
empataron en casa ante el Melilla (1-1) en el derbi
norteafricano, repartiéndose los puntos con el Cartagena,
donde empataron sin goles. En el regreso a su feudo los
caballas se impondrían a otro equipo murciano como el
Águilas (2-1), así como la victoria de ayer al Mérida (0-1).
A partir de ahora el calendario se suaviza para medirse a
Alcalá, Algeciras, Jaén, Talavera, Lucena, Granada y Lorca.
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