Uno de cada diez trabajadores con toda su
documentación en regla en la ciudad autónoma es extranjero.
Según los últimos datos del Ministerio de Trabajo y Asuntos
Sociales, con las estadísticas correspondientes al pasado
mes de febrero cerradas, en Ceuta hay 2.313 foráneos
afiliados a la Seguridad Social en alta laboral para una
población total ocupada, según la Encuesta de Población
Activa (EPA) que se eleva a 24.600 personas. La relación
entre uno y otro colectivo se queda 4 puntos por debajo de
la nacional.
Tan extravagante en otros apartados estadísticos, el
porcentaje de trabajadores regularizados y cotizantes a la
Seguridad Social en Ceuta en relación con el total de
población activa es similar al que se registra a nivel
nacional. De acuerdo con las últimas estadísticas publicadas
por el Ministerio de Trabajo este mismo mes con los datos de
febrero cerrados, actualmente hay 2.313 foráneos afiliados a
la Seguridad Social en alta laboral. Si tenemos en cuenta
que, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del último
trimestre de 2007 el volumen total de personas ocupadas en
la ciudad asciende a 24.600 personas casi un 10% es de
nacionalidad extranjera, mientras que a nivel nacional lo es
un 14,1%.
Echando la vista atrás, el mercado laboral ceutí cuenta
ahora con el triple de extranjeros con todos sus papeles en
regla que en el año 2000, cuando sólo eran 714 los afiliados
a la Seguridad Social. Desde entonces el número de inscritos
ha crecido a un ritmo sostenido y uniforme de 300
trabajadores dados de alta al año.
Al grupo de afiliados a la Seguridad Social habría que
sumar, además, el número de trabajadores marroquíes que
cruzan cada día la frontera sin ningún tipo de contrato, que
fuentes sindicales cifran entre 1.500 y 3.000.
El último censo de extranjeros legalmente establecidos como
residentes en la ciudad autónoma asciende a 2.861 personas.
De ellos, 2.448 son marroquíes, repartidos prácticamente al
50% entre hombres y mujeres, aunque además de a los censados
ante la Ciudad Autónoma habría que añadir a los del país
vecino que reciben el permiso necesario de la Dirección
Provincial de Trabajo para ejercer como trabajadores
transfronterizos, cuyo número se acerca al millar.
Y es que las estadísticas demuestran que la incipiente
crisis en lo que a creación de empleo parece haber empezado
a sufrir España no afecta a los inmigrantes, cuya afiliación
a la Seguridad Social sigue creciendo a buen ritmo.
En concreto, durante el mes de febrero los foráneos ocuparon
a nivel estatal 37.500 empleos de los 65.100 creados, lo que
representa el 58%, cifra similar al 55% de los últimos 12
meses. Este dinamismo contrasta, sin embargo, con el fuerte
crecimiento del paro en este segmento de la población, a un
ritmo superior al 50% anual, y muy por encima del alza entre
los trabajadores autóctonos, lo que los expertos atribuyen a
que el número de extranjeros en España crece más rápidamente
que su inserción laboral, a pesar de que esta tampoco es
lenta.
Así, la tasa de desocupación del colectivo inmigrante es del
12,5%, frente al 8,6% nacional. No obstante, entre octubre y
diciembre del año pasado el número de ocupados españoles
bajó en 74.400 personas, mientras que los ocupados
extranjeros aumentaron en 40.700.
Más dispuestos
Los extranjeros son, además, los que tienen una tasa de
actividad más alta, un apartado en el que los ceutíes están
a la cola a nivel nacional y que mide el porcentaje de
población en edad de trabajar que está dispuesta a hacerlo.
La tasa de actividad de la población extranjera, elevadísima
(75,33%), se mantiene de forma estable casi 20 puntos por
encima de la media nacional (57%), que a su vez está casi
cinco por encima de la ceutí. La estructura por edad de los
extranjeros explica, en gran medida, según el Instituto
Nacional de Estadística, esta diferencia.
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El acceso al trabajo para un inmigrante en España
Los extranjeros disponen de cuatro
vías para acceder a un permiso de trabajo en España: el
régimen general, el contingente, regularizaciones
extraordinarias y vías especiales. El régimen general parte
del supuesto de que el trabajador extranjero está en su país
de origen y hay un empresario que lo contacta y emite ante
las autoridades una oferta de trabajo nominativa. El
contingente o sistema de cupos sí son ofertas genéricas que
se aprueban anualmente por parte del Gobierno para países
con los que se tiene firmados acuerdos para la regulación de
flujos migratorios (Marruecos, Ecuador, Perú, Rumanía y
Polonia...). Las regularizaciones extraordinarias son
puntuales y esporádicas.
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